sábado, 14 de febrero de 2009

Recula el IFE: perdona multas a Televisa y Tv Azteca por difusión atípica de espots

■ Es como si un hampón reconociera que secuestró y prometiera al juez que no reincidirá: PRD

■ Consejero anuncia que las conductas sancionables fueron corregidas

■ Silencio de PAN y PRI

Alonso Urrutia

Un momento durante la sesión de ayer en el IFE: el consejero presidente, Leonardo Valdés Zurita, el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina (sentados) y los consejeros Virgilio Andrade y Marco Antonio Baños Un momento durante la sesión de ayer en el IFE: el consejero presidente, Leonardo Valdés Zurita, el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina (sentados) y los consejeros Virgilio Andrade y Marco Antonio Baños Foto: Carlos Cisneros

Consecuencia directa del acuerdo pactado con los concesionarios televisivos, el Instituto Federal Electoral (IFE) perdonó a Televisa y Televisión Azteca las irregularidades en la difusión “atípica” de espots y sólo aplicó una multa de 2 millones de pesos a esta última por anomalías en la transmisión vía Sky. Sin analizar el dictamen que se presentaba y que subrayaba violaciones a la ley y con el eufemismo de que “las conductas ya desaparecieron”, se avaló el sobreseimiento de los procesos iniciados.

El consejero Marco Antonio Baños se encargó de anunciar el viraje –decisión adoptada la tarde del jueves– y el perdón del IFE para no sancionar a ambas televisoras aduciendo la “normalización” de las transmisiones y la “corrección de las conductas”, dejaba sin materia los procesos y, por tanto, era viable hablar de sobreseimiento.

Con el silencio de PAN y PRI –para no comprometerse con las televisoras–, los consejeros asumieron las críticas del PRD y PSD. “Si están en la convicción de que cuidar a la institución es ceder ante las presiones de los poderes fácticos, están en un gran error. Al rato, van a venir los empresarios y van a meter espots y no van a tener cara para enfrentarlo”, dijo el perredista Javier Hernández, quien destacó la “conducta dolosa de las televisoras al transmitir los espots, que no se subsana con la promesa de que se comportarán bien”.

La representante del PSD, Marina Arvizu, sostuvo que la actitud de los consejeros “me recuerda mucho aquellas sanciones cuando el movimiento feminista peleaba por que la mujer que era violada, por el simple hecho de que el señor se casara con ella, ya no lo sancionaban. Esto es algo tan desagradable como eso. Lamentable porque implica la claudicación del Estado a regular las elecciones”.

Apenas la víspera, en pasillos del IFE se daba por seguro el respaldo mayoritario al dictamen, aunque se sabía de contactos de consejeros con altos funcionarios de las concesionarias. Todo cambió el atardecer del jueves.

Versiones en el instituto deslizaban que esto habría obedecido a alguna llamada desde las oficinas del gobierno federal para detener la sanción. A partir de entonces se comenzó a empujar por la vía de perdonar a las televisoras sin siquiera discutir los alcances de sus conductas: empaquetamiento de espots e inclusión de cortinillas para predisponer al auditorio sobre los espots.

Sin embargo, al comenzar la sesión todo cambió y, a propuesta de Baños –apoyada por los consejeros Arturo Sánchez, Marco Antonio Gómez Alcántar, Francisco Guerrero y Benito Nacif–, se materializó la negociación y se perfiló el perdón. Esto sorprendió a representantes partidistas y a la postre evitó el debate del dictamen en que se preveían las multas de 11 millones para las televisoras.

Ello a pesar de los cuestionamientos del consejero presidente, Leonardo Valdés, y de Alfredo Figueroa. Valdés subrayó que los acuerdos con la CIRT no obligaban jurídicamente a sus miembros a acatarlo, por lo cual no encontró fundamento legal para avalar el sobreseimiento ante la incertidumbre del cumplimiento por los concesionarios.

Figueroa recordó que las televisoras “afectaban de modo grave el proceso”, pues “con una conducta sistemática y concertada, con un cálculo racional y sin atenuantes [...] ponen de manifiesto la ausencia de compromiso con el estado democrático de derecho”.

Serían voces solitarias entre los consejeros, que en su mayoría votaron por el sobreseimiento. Baños destacó el “acuerdo de voluntades” entre el IFE y la CIRT “por el cual los concesionarios asumieron la obligación [el acuerdo dice procurarán] de no agrupar promocionales”. Elogió a las televisoras por no colocar ya más las cortinillas, por lo que “las conductas que motivaron el procedimiento sancionador que nos ocupa han cesado hoy”.

Luego vendrían Sánchez y Gómez Alcántar –que al anunciar el acuerdo, el miércoles, aseguraron que no tenía vinculación alguna con el destino de los procedimientos sancionadores– para argumentar en sentido contrario de lo que dijeron entonces.

Gómez Alcántar mencionó claramente el nexo entre la decisión de no sancionar y el acuerdo de media semana: “esto ya se quedó sin materia desde el momento en que celebramos con la CIRT el convenio para asegurar que en los próximos meses del proceso electoral, la propaganda política habrá de llevarse a cabo sin sorpresas, sin sobresaltos”.

Según él, una verdadera autoridad no es la que más sanciona, sino la que resuelve los conflictos como el que, dijo, había quedado resuelto con el acuerdo. Argumentar contra el sobreseimiento –dijo en alusión a Valdés– “es no reconocer el convenio que se firmó”.

Fue inmediata la respuesta del perredista Hernández: “nos hubieran dicho que no por sancionar mucho se es más legal, nos hubiéramos ahorrado muchos recursos. Es como el abogado de un plagiario que dice, ‘sí secuestró, pero ya no lo volverá a hacer; perdónalo, juez’”.

Al final, el IFE absolvió completamente a Televisa, a Sky y sólo multó con 2 millones de pesos a Tv Azteca por no enviar su señal abierta tal cual a la televisión restringida para su retransmisión, con los espots incluidos.

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