martes, 14 de octubre de 2008

¡No es una crisis, es un plan imperial!

Por: Tulio Antonio Villegas Mavarez
Fecha de publicación: 13/10/08


Una crisis surge como consecuencia de factores o variables que responden de manera errática frente a determinadas circunstancias y que sin embargo son susceptibles de ser corregidas, atenuando o superando la crisis. Las crisis son tomadas por algunos como oportunidades de corrección, adaptación, revisión, mejoramiento y hasta de crecimiento. Se infiere entonces que una crisis es y debe ser superable.

Lo que actualmente sucede en los mercados financieros del mundo, vale decir, de los tres grandes centros imperiales como lo son Japón y su periferia, La Unión Europea y Los Estados Unidos, No es una crisis; Es la consecuencia lógica y previamente planificada, en los laboratorios de guerra de la CIA, El Departamento del Tesoro de los EE. UU. y sus Socios Banqueros Internacionales (financistas de las guerras imperiales), del asalto a los mercados financieros de todo el orbe y de todo lo que en ellos se negocia (materias primas, alimentos, empresas, fábricas, deuda soberana, dinero, etc.), se trata de la coartada necesaria para justificar la desaparición de cientos de miles de millones de dólares que han sido sistemáticamente saqueados a la economía real del mundo y traspasados a las arcas de los híper-ricos en todo el planeta, en el contexto del determinismo neoliberal.

El modus operandi de este asalto comienza alrededor de 20 años atrás, con la estrategia de la globalización de los mercados financieros y la crisis del crédito; Este primer paso consistió en desviar los recursos de los ahorristas a nivel mundial hacia los mercados financieros especulativos de derivados financieros (papeles, commodities, futuros) representativos, supuestamente, de bienes y servicios que alguien estaba prestando o produciendo en alguna industria del planeta; El asunto penoso, pero debo insistir que fue planificado, es que a los sectores productivos no llegaban los capitales necesarios para su operación, porque estaban en los mercados financieros manejados a través de las bolsas de valores globalizadas y lo que mantuvo en operación a muchas de estas industrias no era otra cosa que el aumento especulativo de los precios de sus productos, argumentándole al consumidor las tesis del valor agregado (nuevas formas y empaques, sabores, marcas, etc.) y de la presión inflacionaria de los mercados en atención a sus “inexorables leyes”.

Igualmente estas grandes industrias asumieron a los mercados financieros como mecanismos de financiación y más pronto que tarde en una unidad medular y estratégica de negocios. Más en criollo, ¿para que correrían los Banqueros y las grandes transnacionales los riesgos propios de la puesta en marcha de empresas de producción, por ejemplo agrícolas, cuando tenían en su poder la posibilidad de comprar un derivado financiero (papel) a 90 días, por ejemplo, representativo de tantas toneladas de maíz, con rendimiento y precio especulativo o fijo hasta donde su imaginación o el hambre de la gente determinara?

Este tipo de negocio exacerbo de manera intencionada la puesta en escena en los mercados financieros de más y más papeles, cuyos montos superaban y superan en no menos de un 80% los valores de la economía real, vale decir, se negociaban por ejemplo 100 toneladas de productos en papeles y la producción real era solo de 20 toneladas físicas, con la subsecuente presión hacia el alza del valor de los papeles financieros ya que al final el producto real lo obtendría el mejor postor y de seguro por definición capitalista, escaso significa caro.

Observemos el mercado petrolero; En los mercados financieros globalizados se negocian no menos de 160 millones de barriles diarios en papeles, con una producción y consumo real de solo alrededor de 80 millones de barriles diarios; algún avisado en esta materia argumentará que se trata de los mismos barriles negociados varias veces y quizá tenga razón, pero en cada vuelta el precio variará irremediablemente hacia el alza, con lo que el costo de esta materia prima para el consumidor final no tendrá absolutamente ninguna correspondencia con factores productivos sino con factores especulativos y para los “traiders y brockers” internacionales tremendas ganancias compartidas, por supuesto, con las grandes transnacionales del petróleo, en este caso.

La diferencia entre los valores de la economía real y los valores especulativos de los mercados financieros ha sido denominada, por algunos, como la burbuja financiera; Burbuja que ha sido utilizada durante todo este tiempo para el financiamiento de las guerras imperiales en la toma de control planetario y el establecimiento del mundo unipolar.

El caso de la crisis financiera inducida, del polo imperial más activo por ahora, los Estados Unidos de la otra América, es claro a este respecto; Sin tener cuentas precisas, se estima que el monto del déficit fiscal gringo ronda los 500 mil millones de dólares anuales, esto significa que los EE. UU. Gastan cada año, en su funcionamiento militar y económico, 500 mil millones de dólares que no tienen; Como es posible esto, que gasten más de lo que tienen, mediante la emisión de las “afamadas” Letras del Tesoro del Gobierno de los EE. UU., (además de la producción indiscriminada de su papel moneda), que son inmediatamente colocadas en las bolsas de valores del mundo y compradas por los banqueros internacionales, sus socios; De donde sacan la plata lo banqueros para estas transacciones? Muy sencillo: de la burbuja financiera, generando especulación, hambre y miseria en todo el mundo, por supuesto también han echado mano primeramente de los depósitos de los ahorristas y de las reservas internacionales de los países, amen de mucho dinero lavado del narcotráfico que ellos mismos promueven y dirigen; En mi opinión los saldos de nuestras cuentas en los Bancos Internacionales son solo anotaciones electrónicas en sus registros contables que significan que nos deben ese dinero, porque el dinero como tal ya no existe. Esto impactará dentro de muy poco a el mercado de detal de los Bancos en los Centros Imperiales, vale decir, comenzarán a mermar la disponibilidad de los ahorros de la gente común, generando pérdida de sus viviendas al no poder pagar sus cuotas, hambre por una comida inaccesible por muy cara y de todo esto el descontento popular a nivel planetario, ya entrando en la fase terminal del plan Imperial. La gente protestará y los reprimirán ferozmente.

En esta fase terminal del plan se trata de desinflar completamente la burbuja financiera, ya han sacado bastante de ella, a la par que el surgimiento de un nuevo modelo, que No alternativo sino más bien sustituto del capitalismo, amenaza los resultados que los centros imperiales aspiran de esta conspiración global; Este modelo sustituto lo encarna definitivamente la Revolución Bolivariana, tanto que las recomendaciones recientes para enfrentar la crisis, que se generaron en el marco del encuentro que convocó a economistas progresistas del sur en Caracas, todas ya han sido estudiadas y algunas implementadas por el gobierno Revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela, en una suerte de causalidad y acierto del camino tomado; Sin embargo no hay blindaje absoluto en esta fase terminal del plan Imperial.

Comenzaron a desinflar la burbuja y la consecuencia primera es la pérdida de valor de los derivados financieros en todas las bolsas de valores del mundo, ahora cabe preguntarse. ¿Quién o quienes están comprando esos papeles? Sí mis Camaradas, la regla de oro de los que inventaron el juego de las bolsas de valores y/o del mercado de capitales es: ¡Vender al alza y Comprar a la baja! y creo firmemente que los Rockefeller, los Bass, los Bush, los Cheney y otros, no se van a pelar este colofón de su plan post guerra fría, este jamón que significa comprar en real y cuartillo lo que saben vale mucho más en la economía real, repito es su plan magistral, adueñarse de activos y materias primas en todo el mundo; Esta regla de oro del juego de la bolsa es tan clara, vender en alza y comprar en baja, que incluso los economistas más feroces, iracundos y reaccionarios adversos al Gobierno Revolucionario, recomiendan al Presidente Chávez aprovechar la condición de los mercados financieros en baja para recomprar deuda pública venezolana más barata y aquí hay que avisparse porque en eso precisamente deben andar los gringos y los pitiyanquis.

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