Laura Itzel Castillo.

Castillo: No estoy expulsada
Defiende que está afiliada al PRD y considera que detrás de la idea de excluir a quienes fueron candidatos por otros partidos está la petición de Cárdenas
Marco Antonio Martínez
El Periódico
22/07/2009

Detrás del intento de expulsar a los perredistas que participaron en el reciente proceso electoral con otros partidos, está la demanda de Cuauhtémoc Cárdenas de que sean expulsados esos militantes.

Así lo consideró Laura Itzel Castillo, una de las perredistas puestas en la mira por la dirigencia.

“Pareciera una respuesta frente a lo que planteó Cuauhtémoc Cárdenas de que había que expulsar a quienes contendieron por otros partidos siendo perredistas. Yo creo que lo más importante es lo que tiene que ver con los principios que dieron origen al partido y que es la lucha por la formación democrática del país”.

Al pedirle su opinión sobre el hecho de que una figura como Cárdenas pida la expulsión de compañeros y la dirigencia reaccione y le haga caso, dice que existen temas más urgentes.

“Lo más importante es estar trabajando para la transformación de nuestro país y recordaría que el mismo Cuauhtémoc Cárdenas estuvo como funcionario del gobierno foxista en los festejos del bicentenario”, recuerda.

Castillo descarta estar expulsada o siquiera desafiliada, que es el término usado por la dirigencia, para explicar la situación de esos compañeros que como ella participaron con las siglas de otros partidos.

“No me doy por expulsada y lo que invocan en el resolutivo es la desafiliación, eso no existe. No está en los estatutos, no hablan de cancelación de membresía.

“Los estatutos en su artículo 42 hablan de disciplina interna, cancelación de membresía, de suspensión de derechos, de destitución del cargo en órganos de representación del partido, pero nunca hablan de desafiliación y lo que plantean es que hay desafiliación y que puede uno reingresar.

“En el comunicado que aparece en la pagina de internet, la comisión política nacional resuelve en relación con los compañeros que decidieron irse a otros partidos, que quien así lo considere podrá solicitar su reingreso al PRD, pero desde el punto de vista legal no estoy expulsada y no pediré mi reingreso porque no me considero desafiliada”, afirma.

Respecto al por qué participó con otro partido, el PT en las elecciones, dice que fue porque ella pertenece al Frente Amplio Progresista, compuesto por los partidos del Trabajo, Convergencia y el de la Revolución Democrática.

“Me reivindico como perredista, soy candidata externa al PT y los partidos finalmente son un vehiculo para poder acceder a estos cargos de representación popular”, considera.

>Dato

Laura Itzel Castillo es fundadora del PRD. Sin renunciar al partido, actualmente es diputada federal electa plurinominal por el PT. No fue la única perredista que participó con otro partido. El lunes 20, la Comisión Política Nacional del sol azteca informó que los compañeros que fueron candidatos con otros partidos, podrán solicitar su reingreso al PRD, lo que fue leído como que habían sido expulsados.

Laura Itzel Castillo En concreto 22 de julio de 2009

¿Desafiliada?

En estos últimos días han aparecido en diversos medios de comunicación notas relativas al acuerdo emanado de la comisión política del PRD en torno a quienes siendo militantes de este partido contendimos bajo otras siglas en el reciente proceso electoral.

Por ejemplo, EL UNIVERSAL cabeceó su crónica así: “El PRD acuerda limpia de militantes desleales”; el diario Vanguardia, de Coahuila: “Corre el PRD a 648 militantes”; El Porvenir, de Monterrey: “Expulsan del PRD a traidores”. La Jornada: “Congreso del PRD decidirá sobre renuncias”, y asienta en el interior que “la cúpula perredista resolvió que en automático quedaron fuera del PRD los militantes que fueron candidatos bajo otras siglas partidistas”. Pero definitivamente lo que es un hecho es que como dice la edición de El Periódico: “Se van… quedando”.

Dentro de esta larga lista aparece mi nombre al lado del de la maestra Ifigenia Martínez y otros más que igualmente participamos el pasado 5 de julio como candidatos a puestos de elección popular. En el caso de nosotras dos, cabe aclarar que lo hicimos a través del Partido del Trabajo (PT).

¿Qué pasaría? —me pregunté—: ¿responderían acaso al llamado del ex líder moral Cuauhtémoc Cárdenas? Me metí a la página de internet del PRD y encontré el comunicado oficial de la Comisión Política Nacional y del Secretariado Nacional. Me sorprendió leer que en un documento de tan sólo seis párrafos, únicamente el último (sí, el último) se refiera de pasadita al asunto que supuestamente motivó tan comentada reunión.

Dice así: “Por último, la Comisión Política Nacional resuelve con relación a los compañeros del PRD que decidieron irse de candidatos a otros partidos en las elecciones del pasado 5 de julio, que quien así lo considere podrá solicitar su reingreso al Partido de la Revolución Democrática”.

Busqué en la red los estatutos del partido para ver en qué parte se señala que la salida de alguien se puede dar de manera automática y sin juicio de por medio, como lo marca incluso la propia Constitución política. Encontré el artículo 42 de los estatutos del PRD, relativo a la disciplina interna, que considera dentro de sus faltas, entre otras, atentar contra los principios y el programa. Dañar la imagen del partido o su patrimonio. Se acepte ser postulado como candidato por otro partido, salvo el caso de coaliciones o alianzas. Y ahí está el punto: el Frente Amplio Progresista está constituido por Convergencia, el Partido del Trabajo y el Partido de la Revolución Democrática.

Con base en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) los partidos políticos tienen derecho a conformar frentes para alcanzar objetivos políticos y sociales compartidos, mediante acciones y estrategias comunes. Basados en el artículo 56 de dicho ordenamiento en el 2006 (después del fraude electoral) los tres partidos políticos signaron un convenio que registraron ante el Instituto Federal Electoral y así nació el Frente Amplio Progresista, el cual sigue vigente. ¡Qué mala memoria!.