• (Re)ingeniando la simulación• De marchas y maternidades...
La reciente historia azul de la cañería nacional, mi estimado, no es sino un tejido de crímenes, locuras e... infortunios. Intensa (mmmmm...) la semana que inicia. Entre el extraordinario regreso a clases y la preparación para las frivolidades y estupideces de Los Pinos alrededor de una atractiva foto, el panorama nacional se deteriora sin control, desencadenando un singular desencanto entre algunos mastines mediáticos adictos al calderón de mercedes y patrocinios.
No deja de ser emocionante (mmmm...) el contexto de volátil adversidad ante una imparable ola roja que tiñe el territorio nacional. Y donde ya vale madres en esta mal llamada guerra contra el narcotráfico, que costará muchas vidas, si éstas son de ciudadanos inocentes que agigantan el autismo federal para percibir el colosal fracaso para enfrentar al ocurrente monstruo que ya desató una distintiva paranoia empresarial, social y política.
Le presento otro, evidentemente, ingenuo botón.
El muy curiosito hecho del pasado viernes en el que presun... no, no, perdón, policías federales irrumpieron en un restaurante en la Del Valle para levantar a varias personas con lujo de violencia, subirlas a vehículos… que, por supuesto, nadie vio sus características… llevárselas para interrogarlas (¿?) y después liberarlas en sus domicilios no deja de tener una gran similitud acerca de un modus operandi en el que se utilizan uniformes para andar haciendo espléndidas travesuras. La sugestiva duda del sonriente respetable es: ¿cómo detectar lo falso y lo verdadero…?
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