Fred DeNegri disfrutaba en su casa de Florida de una barbacoa junto a su esposa cuando, al tomarse una Pepsi dietética, se atragantó con algo “repugnante”, que resultó ser, según las autoridades, una rana o un sapo destripado.
DeNegri vació la lata en un fregadero para ver qué había dentro de la lata del refresco, pero el extraño objeto no salió, hasta que su esposa, Amy, logró sacar “una cosa oscura”, informó este jueves CNN.
“Fue repugnante”, dijo Amy, de 55 años.
El matrimonio DeNegri sacó fotografías del objeto antes de llamar al control de venenos y a la Administración federal de Fármacos y Alimentos (FDA) de EU, que llegó al día siguiente para examinar la lata y recogerla para analizarla en el laboratorio.
Los DeNegri recibieron la semana pasada una copia de los resultados, que concluyeron que el objeto parecía ser una rana o un sapo, explicaron a la cadena de televisión estadounidense.
En el informe consta que el animal estaba destripado.
Una segunda lata, cerrada, del mismo paquete de 36 refrescos de Pepsi comprado en la tienda Sam’s Club también fue analizada, según Amy DeNegri, pero no se encontraron anomalías, de acuerdo con el informe de la FDA.
Esa agencia también efectuó del 4 al 11 de agosto una investigación en la planta de envase de Pepsi en Orlando, pero no halló ningún problema asociado a ese caso específico.
“No hemos determinado cuándo ni cómo ocurrió la contaminación”, señaló a CNN una portavoz de la FDA, Siobhan DeLancey.
Pepsi, por su parte, considera que los resultados del análisis de la FDA probaron la confianza de la multinacional “en la calidad” de sus productos “y en la integridad” de su sistema de producción, dijo a la cadena un portavoz de la firma, Jeff Dahncke.
Según la compañía, el ritmo acelerado de producción y el control riguroso de la calidad de los productos “hacen prácticamente imposible que este tipo de cosas pasen”.
Sin embargo, Amy DeNegri no se da por satisfecha con la reacción de Pepsi y quiere que la compañía indemnice a su esposo, para lo que ya están evaluando sus opciones legales.
DeNegri vació la lata en un fregadero para ver qué había dentro de la lata del refresco, pero el extraño objeto no salió, hasta que su esposa, Amy, logró sacar “una cosa oscura”, informó este jueves CNN.
“Fue repugnante”, dijo Amy, de 55 años.
El matrimonio DeNegri sacó fotografías del objeto antes de llamar al control de venenos y a la Administración federal de Fármacos y Alimentos (FDA) de EU, que llegó al día siguiente para examinar la lata y recogerla para analizarla en el laboratorio.
Los DeNegri recibieron la semana pasada una copia de los resultados, que concluyeron que el objeto parecía ser una rana o un sapo, explicaron a la cadena de televisión estadounidense.
En el informe consta que el animal estaba destripado.
Una segunda lata, cerrada, del mismo paquete de 36 refrescos de Pepsi comprado en la tienda Sam’s Club también fue analizada, según Amy DeNegri, pero no se encontraron anomalías, de acuerdo con el informe de la FDA.
Esa agencia también efectuó del 4 al 11 de agosto una investigación en la planta de envase de Pepsi en Orlando, pero no halló ningún problema asociado a ese caso específico.
“No hemos determinado cuándo ni cómo ocurrió la contaminación”, señaló a CNN una portavoz de la FDA, Siobhan DeLancey.
Pepsi, por su parte, considera que los resultados del análisis de la FDA probaron la confianza de la multinacional “en la calidad” de sus productos “y en la integridad” de su sistema de producción, dijo a la cadena un portavoz de la firma, Jeff Dahncke.
Según la compañía, el ritmo acelerado de producción y el control riguroso de la calidad de los productos “hacen prácticamente imposible que este tipo de cosas pasen”.
Sin embargo, Amy DeNegri no se da por satisfecha con la reacción de Pepsi y quiere que la compañía indemnice a su esposo, para lo que ya están evaluando sus opciones legales.
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