Laura Itzel Castillo En concreto 30 de septiembre de 2009 |
Es mentira que Calderón esté preocupado porque el país salga adelante. Es falso también que con la propuesta de presupuesto que envió al Congreso se vaya a reducir el gasto del gobierno. Es un engaño, además, que se piense destinar más recursos a los más pobres. Todo lo contrario. Buscan hacerse más ricos, como siempre, a costillas del pueblo. En los dos primeros años del gobierno espurio
6 millones de personas se sumaron a los más pobres del país, ahora dicen que van a rescatar a los pobres. Falso.
Sólo bastan unos ejemplos. La propuesta de Calderón contempla 30 mil millones de pesos más al pago de sueldos de altos funcionarios. Tan sólo los “secretarios de Estado” recibirán el doble que el programa Oportunidades. El famoso impuesto a los alimentos y medicinas, para supuestamente combatir la pobreza, apenas alcanzaría para pagar el sueldo del gabinete actual.
Por si fuera poco, el número de plazas se sigue incrementando, de 620 mil en 2007 a 660 mil para 2010. Bajo esta lógica, es fácil entender por qué a Calderón no le preocupa la desaparición de las secretarías de Reforma Agraria y Turismo, así como la Contraloría, pues seguramente en estas más de 40 mil plazas nuevas estarán contemplados sus cuates de las tres dependencias. En este punto, como en tantos otros, lo que hace Calderón es simular un ahorro en el gasto público, pues recorta en un lado pero aumenta en otro.
A partir de los dictados de Salinas, cuando hay una crisis se le carga la mano al pueblo más humilde. Ahora, no sólo los pobres serán más afectados, sino también la clase media y los pequeños y medianos empresarios. Buena parte del cobro de 2% de impuestos será a telefonía celular y a artículos que consume este sector.
Sí existe otra manera de superar la crisis. En la carta pública que Andrés Manuel López Obrador dirigió a los empresarios el pasado 21 de este mes, reitera la propuesta de cubrir el faltante de 500 mil millones de pesos reduciendo el gasto corriente del gobierno federal en 200 mil millones de pesos y obteniendo otros 300 mil millones con la eliminación de los privilegios fiscales de las grandes empresas.
Pero Calderón ignora al pueblo y toma medidas distintas a las que se realizan en el mundo para enfrentar las crisis. El Premio Nobel de Economía Robert Engle advirtió que en momentos de recesión por los que atraviesa México, sería una equivocación incrementar los impuestos. Pero el régimen de facto sólo escucha a las voces del exterior cuando se trata de enriquecerse, pero cuando se trata de atender el interés popular, las ignoran. Por ello, debemos seguir luchando para que no se consume este atraco al pueblo.
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