Gustavo Leal F.*
En febrero, el grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados se dirigió a Jesús Reyes Heroles y Carlos Romero Deschamps –director general de Pemex y secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, respectivamente– para exponerles que, violando las cláusulas 89 y 99 del contrato colectivo de trabajo, los derechohabientes de los hospitales regionales de la paraestatal carecían de los medicamentos prescritos –porque ellos faltaban en sus farmacias–, debiendo adquirirlos de sus bolsillos. Los diputados exigieron solución inmediata al problema, y la corrección de “todas las anomalías” que impiden atender eficientemente las enfermedades que aquejan a los trabajadores de la empresa “más importante para la economía de nuestro país”.
Sólo dos años antes, la Asociación Nacional de Médicos Petroleros, filial Villahermosa –en relación con unas declaraciones del entonces director, Luis Ramírez Corzo, quien estimó que aunque Pemex contaba con la “tercera organización de servicios médicos del país, pero con ineficiencias muy importantes”, él estaba dispuesto a “prescindir” de ella, “desincorporándola y subcontratándola”–, había manifestado que la causa de la “crisis” en la paraestatal “no es el servicio médico”.
Los médicos petroleros demandaron mayor presupuesto, auditar los desproporcionados salarios de funcionarios, equipo e infraestructura, apertura de plazas, capacitación y aumento a tres niveles para médicos generales y especialistas, medicamentos, pago de tiempo insalubre o riesgos profesionales, seguro médico-jurídico y rechazo total a cambios arbitrarios en las jornadas de trabajo, “si de corregir las deficiencias en los servicios se tratara”.
Esta “tercera organización de servicios médicos del país” comprende dos hospitales centrales, seis regionales, 12 generales, tres clínicas-hospital, cuatro clínicas, 33 consultorios, 115 unidades de servicios preventivos de medicina del trabajo en centros de trabajo, 20 consultorios en centros de desarrollo infantil y siete coordinaciones médicas de zona para la administración de los servicios médicos que se subrogan en cerca de 85 localidades. Atiende anualmente a cerca de 700 mil derechohabientes y, a decir de Ramírez Corzo, representaba un gasto anual (en 2006) de 5 mil 554 millones de pesos.
Para el ex director de Pemex las “debilidades” de la “tercera” red nacional –casi todas atribuibles a la propia dirección de la paraestatal– consistían en: incertidumbre laboral, “elevada” rotación de personal, insuficiente y de bajo nivel tabular, “falta” de presupuesto, sobreutilización de medicamentos, ausencia de un “plan” de carrera, carencia de un esquema de evaluación del desempeño en todos los niveles para estructurar un programa de incentivos e insuficiente “supervisión” y control de los servicios subrogados.
Durante el foxismo, Pemex otorgó tres contratos –por casi dos y medio millones de pesos– a favor de Alberto Sahagún, hermano de Martha de Fox.
Leer mas
No hay comentarios:
Publicar un comentario