Carta a Larios
Carta Abierta al C. Diputado Héctor Larios,
Coordinador de la Bancada del PAN en la Cámara de Diputados
7 de abril del 2008
Abusando del privilegio de escribir en este blog, me dirijo a usted, diputado Larios, por medio de esta carta abierta. Tratare de mantener una medida de civilidad –que hasta Juárez la tuvo al escribir su contestación a Maximiliano--, a pesar de que lo considero a usted y a los panistas herederos espirituales de Miramón y no de don Lucas Alaman. El primero –vox populi, vox dei—es recordado como un asqueroso traidor a la patria, a pesar de lo mucho que la derecha lo trate de reivindicar. El segundo, muerto ya hace mas de 150 años, fue el ultimo intelectual –hoy solo tienen a Chespirito y a Krauze y de los dos no se hace uno—con que contó la derecha en México y era un hombre probo y patriota, según lo atestigua don Guillermo Prieto.
En sus declaraciones de hoy, usted le pide a AMLO “moderar” a las manifestaciones en San Lázaro contra la reforma energética. Me imagino que usted quiere y asume que AMLO puede ordenar a las brigadas que no ejerzan su derecho constitucional a manifestarse. Explíqueme entonces ¿porque los brigadistas tienen que renunciar a ese derecho, aun si fuera a petición del mismo AMLO? Lo que está usted pidiendo –en mi personal punto de vista—es que se suspendan las garantías individuales de los brigadistas y le pide a AMLO que haga el trabajo sucio que ustedes no tienen los huevos para atreverse a hacer.
Explica usted a manera de exposición de razones para abrogar ese derecho constitucional de estos ciudadanos que “…vivimos en un país democrático…y que se deje al congreso la toma de las decisiones…” Se contradice usted, diputado Larios. Si vivimos en un país democrático ¡entonces no se pediría que los ciudadanos renunciaran a su derecho a manifestarse! ¿Por fin?
Y hablemos del congreso de la unión. Usted y el resto de los padres conscriptos al momento de tomar posesión de su cargo terminaron su juramento con las palabras “…y si no, que la nación me lo demande.” Seguramente se acuerda usted de ese momento solemne. Ciertamente, las leyes estipulan que las peticiones a los funcionarios se deben de hacer de forma respetuosa. Pero, las leyes no estipulan nada sobre las demandas o reclamos que el pueblo de México le puede hacer a sus representantes. No, diputado, no hay ninguna reglamentación en la materia. Si el pueblo le quiere recordar a usted su juramento, o a su progenitora, o acusarlo de ser un traidor, eso es privilegio del pueblo. ¿A poco cree usted que ese sueldote y esos privilegios eran de a gratis, que los hacia exentos de los reclamos del pueblo?
Ya usted manifestó que desea que los ciudadanos renuncien a su derecho a protestar. ¿Incluye en sus sueños guajiros que también no se les permita reclamarles de acuerdo al juramento que tomaron? En tal caso, ¿tiene todavía validez su investidura o la protección que le otorga el fuero? ¿O sugiere usted que solo son validas ciertas partes de su juramento?
Menciona usted también que “…las cosas se han tensado bastante, que la liga se ha estirado demasiado..” Me imagino que habla usted –siendo del PAN—de las tangas. Pues bien, señor diputado, tal vez no concibe lo que la reforma energética significa desde la óptica de la resistencia. A pesar de que tal vez sea inútil repetírselo –estultorum infinitum est numerus o “hay mucho pendejo” en cristiano—le explicaré a usted que lo que esta en juego son las esperanzas de los mexicanos de hoy y los de las generaciones futuras. También está en juego si nos volvemos colonia o seguimos siendo independientes. Si usted cree que los ríos de sangre que corrieron en la independencia, la reforma, la revolución y el sacrificio del pueblo de México para pagar la deuda petrolera en el 38 y las esperanzas de los mexicanos aun nonatos no ameritan tensar y hasta romper unas putas tangas entonces es usted un necio.
Según Dante en la entrada al infierno estaba la frase “lasciate omnia esperanza voi che entrate”. Lo que usted les esta pidiendo a los resistentes es que se resignen a que México se convierta en un infierno –sin esperanza—ni para ellos ni para sus hijos. Francamente, solo alguien muy estulto se atreveria a sugerir tal cosa.
Francamente no se si sus declaraciones estaban influenciadas por el consumo de estupefacientes, ya vide que ahora los curas están bendiciendo a los narcos, pero usted continua aseverando: “…que puede haber roces con alguien y que alguien puede perder el control y que pueden pasar cosas que nadie quiere, etc., etc….” En algo estamos de acuerdo: en que no se quisiera que hubiera violencia. Pero, clarifiqueme por favor, quien es el “alguien” a quien usted se refiere. Que yo sepa durante los plantones no se rompió ni un vidrio y si hubieron agresiones –camionetazos, amenazas de envenenar vituallas que se iban a entregar en los campamentos, etc.—fueron por parte de la derecha.
Entonces, explique usted como visualiza esos “roces”. ¿Van a vestir a sus CISENistas de mujeres para infiltrar a las brigadistas y crear incidentes? (Es bien sabido que en el CISEN tienen pocas mujeres…y también muy pocos hombres.) ¿Teme acaso usted que unas mujeres le rompan la jeta a sus pefepos? ¿O teme que con las manos vacias le volteen sus tanquetas que arrojan agua o que manufacturen en casa gases lacrimógenos? Si la violencia no puede por lógica proceder de las brigadistas, ¿está usted amenazando a estas mujeres? Clarifique todo esto, por favor, porque es de hombres hablar derecho y solo un cobarde puede atreverse a amenazar a mujeres. (Y no las llamare “indefensas” pues derrochan un carajal de valor y tienen lo que le falta al PAN: autoridad moral.)
Se lamenta usted de que “…se intente privatizar la agenda del congreso y responda a los intereses políticos de un solo individuo…” Diputado Larios, el león cree que todos son de su condición. Después de pedir que se abroguen los derechos de los brigadistas y amenazarlas usted cree que estas mujeres no tienen criterio propio. Las insulta usted. ¿Piensa usted que las mujeres panistas que se rifaron con el Doctor Nava tampoco tenían criterio propio? ¿A esas les daban torta y chesco?
Y en ese espiritu, señala usted que hablara con González Garza ¡como si se trataran de acarreados de los chuchos a los que se les puede dar su chesco y torta y decirles que se vayan a su casa! Vaya usted y diga misa para el caso. ¡Bienvenido al México del siglo XXI! Usted está tratando con personas organizadas y disciplinadas que en forma voluntaria y pacifica defienden sus creencias. En suma, está usted tratando con ciudadanos. Entiendo que eso le sea novedad. En México la última vez que el ciudadano existió fue en 1910. En el PAN últimamente –ya no son los tiempos del Doctor Nava-- solo están acostumbrados a tratar con infelices esclavos de moñito blanco que no pueden ni juntarse si no los mandan sus patrones del
Continua usted diciendo que el ratero secretario de gorilación, el mujercito del enano asqueroso que defeca en la silla presidencial, en cualquier momento “…presentara la iniciativa…” Pos ya le estamos dimos dando. Han salido muy coyones y se avientan la pelota de uno a otro y nadie tiene los huevos para presentar la iniciativa. Por nosotros, mejor, “pelearemos en la sombra” y tendremos mas tiempo para organizarnos.
En suma, en sus declaraciones pide usted que AMLO les abrogue sus derechos a los brigadistas, trivializa la defensa de la soberanía, pide que los mexicanos se resignen a vivir sin esperanza, amenaza a mujeres, las insulta, exhibe su misoginia, y demuestra ceguera que, como dije, solo puedo adjudicar al consumo de estupefacientes que le han de haber vendido en la basílica. Creame que trato sinceramente de mostrarle respeto pero todo lo que asevero es evidente por sus declaraciones y me hace sospechar que no hubiera bueycencia podido pasar una prueba de orina.
Sepa usted señor diputado que lo que ustedes –y partes del PRI—contemplan es traición a la patria. Han sido expuestos como traidores y por mucho que doren la píldora y usen sofismas –asociar, aliarse, autonomía de gestión—sus intenciones son claras: regalarle a los extranjeros lo que ya pagaron los mexicanos en el 38, tal vez con tal de que la Shell les ponga su vaquita en las islas Caiman pues serán traidores pero no son pendejos. Ustedes –igual que Miramón—acabaran un día en el cerro de las campanas. Y no soy yo el que los juzga como traidores, es la sentencia de mi general Lázaro Cárdenas:
“Gobierno o individuo que entrega los recursos de la nación es un traidor a la patria.”
Atte.
Pomponio
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