miércoles, 8 de octubre de 2008

Espurio.

Laura Itzel Castillo
En concreto
08 de octubre de 2008


Una felicitación para el maestro Miguel Ángel Granados Chapa. Un pésame a la familia de Susana Manzanares


El joven de 18 años que increpó a Felipe Calderón con el grito de “espurio”, declaró más tarde a los medios: “Yo he decidido desde hace mucho tiempo que Calderón no es mi Presidente. Llegó espuriamente. Entró a través de un fraude, he visto análisis estadísticos de las elecciones y es obvio que es un fraude. Hay asimetrías estadísticas que son imposibles de explicar a menos que haya un fraude”.

Andrés Gómez Emilsson, Premio Nacional de Juventud, sobresaliente en matemáticas, es estudiante del CCH, donde fue becado por la Asociación Mexicana Pro Colegios del Mundo para cursar en Oslo, Noruega, el semestre. Este brillante joven demostró con su actuación que, además del buen desempeño académico, tiene claridad y sobre todo valentía.

En el mismo evento, en Palacio Nacional, Mario Virgilio Jiménez, tesista en la licenciatura de Historia de la UNAM, secundó al galardonado desde el público. Mientras Calderón, en improvisado discurso, se refería al movimiento del 68, al autoritarismo, a las instituciones y a la libertad, el joven de 24 años le gritó: “¿Cuál libertad? ¡No hay libertad!”.

Ambos fueron ilegalmente privados de su libertad y llevados a la fuerza por elementos del Estado Mayor Presidencial a una habitación del Palacio Nacional, donde permanecieron aislados para ser interrogados y fotografiados. De ahí los trasladaron al juzgado cívico 33, donde estuvieron alrededor de una hora.

Unos días antes, en el Sexto Parlamento de las Niñas y los Niños de México, Luz Yuritzi Domínguez Vargas no bajó el brazo hasta lograr que Josefina Vázquez Mota le diera la palabra para reclamarle: “Queremos autoridades de carne y hueso, no queremos muñecos de aparador. Queremos que nuestras escuelas tengan las cosas necesarias para aprender, porque no cuentan con sanitarios y queremos que todas estén bien firmes para estudiar”. La menor, procedente de Tejupilco, estado de México, finalmente sentenció: “Según Felipe Calderón, nos ha enviado miles de millones de pesos y llegan por mitad, los desvían los presidentes, los gobernadores y los diputados”.

A pesar de los fuertes dispositivos de seguridad que se implementan desde Los Pinos, es imposible acallar las voces que denuncian la lacerante realidad. Hasta los actos infantiles se les salen de control. No hay respeto, no hay autoridad, no hay legitimidad.

La causa: no se puede exigir el respeto a la “investidura” de alguien que ha desobedecido el mandato del pueblo. El poder real sólo lo ejerce quien cumple cabalmente los requisitos para mandar. No se puede hablar de libertad y contra el autoritarismo si no se tiene autoridad moral para hacerlo. Porque, aunque Felipe se vista de seda… espurio se queda.

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