Reportaje: Damnificados siguen sin hogar.
Tragedia de 2007
Por Alejandro Almazán
Fuente: Milenio.com
Suministros del Carmen SA de CV, una empresa casi en quiebra, es comprada en diciembre de 2007 por un tabasqueño, vendedor de garrafones de agua, que vive en una pocilga. De la noche a la mañana, la compañía desembolsa más de 102 millones de pesos en la adquisición de terrenos que, vaya casualidad, son los mismos que el gobierno de Tabasco ha elegido para construir casas que terminarán en manos de los tabasqueños afectados por las inundaciones del año pasado.
En la transacción, que dura apenas unos días y es avalada por los gobiernos federal y estatal, la empresa estafa a los dueños de la tierra (deja de pagarles casi 125 millones de pesos), falsifica escrituras, vende al doble el metro cuadrado y obtiene otra buena ganancia de los subsidios federales: cerca de 144 millones de pesos.
La trama se enturbia más cuando se sabe que uno de los accionistas de la empresa es Antonio Espinosa, un empresario que, entre otras actividades, le renta al gobierno de Andrés Granier las camionetas blindadas y abastece de gasolina a todos los vehículos oficiales del estado en las nueve gasolineras que posee. Por si fuera poco, Suministros del Carmen SA de CV misteriosamente transfiere unos 18 millones de pesos a la Unión de Crédito Ganadero Comercial e Industrial de Veracruz, para supuestamente liquidar unos adeudos de un asesor del secretario de Planeación y Finanzas.
Suministros del Carmen SA de CV, según la escritura pública 143, foja 64, tomo C, firmada por el notario público número 5 de Ciudad del Carmen, Campeche, nació el 5 de agosto de 1988. Casi veinte años después, las finanzas cojas le complicarían la vida a la compañía dedicada a dar servicio a Pemex: todo su capital en 2007 serían 250 mil pesos.
Luego, en esos de prontos inexplicables, Abraham Cupil Córdova decidió comprar la empresa y le cambió el giro comercial a una inmobiliaria. Eso dice la escritura 14699, volumen 233, en Paraíso, Tabasco. De ahí se desprende que otros socios son José Alberto de la Rosa Santamaría y Antonio Espinosa. Este último intentó sanear las finanzas: desembolsó poco más de cuatro millones y medio de pesos por 2 mil 170 acciones.
Que Espinosa pagara esa cantidad no es raro: es el director del Grupo Monterrey, un conglomerado económico asentado en Tabasco desde hace algunos años. Lo extraño es la presencia de Cupil Córdova, pues resulta que es un modesto comerciante de agua en el ejido Lomitas de Nacajuca. Su casa aún está en obra negra y no se ve para cuándo estará terminada.
Cupil Córdova, según la escritura pública de la empresa, es el único administrador y apoderado legal. Pero sólo lo es en el papel. En realidad, Ana Cecilia Ramírez Rosaldo es quien opera.
Ella fue la que acudió con los dueños de poco más de 169 hectáreas para comprárselas de contado. Utilizó sólo tres días en la adquisición (del 5 al 8 de febrero de 2008) y pagó con cheques de la cuenta 4042315986 de HSBC.
No liquidó todo, por supuesto.
Según testimonios de los ex propietarios y las escrituras públicas a las que tuvo acceso MILENIO, Suministros del Carmen SA de CV quedó a deberles cerca de 125 millones de pesos. Con todos fue el mismo modus operandi: darles una parte y el resto a un plazo de siete años que serían efectivos en pagarés sin intereses. Lo que no les dijeron es que esos pagarés nunca existirían.
Ejemplos sobran:
A Enriqueta del Carmen Rodríguez Luna debieron pagarle 66 millones de pesos y sólo le dieron 26. A Hilario Pérez Guzmán le pagaron 16 millones de pesos de un trato de 38. A la familia Barrueta Cámara le extendieron un cheque por casi dos millones de los cuatro pactados. A los Méndez Barrueta les liquidaron dos millones y medio de los seis que debieron pagarles. A María Alcudia de los Santos le quedaron a deber ocho millones y medio...
Fraude, otra de las anomalías.
Por mayo pasado, un puñado de ex propietarios tocó puertas hasta que llegó a la oficina del diputado local perredista Adán Augusto López Hernández. Le contaron y le lloraron.
Adán, que su profesión de abogado lo tiene bien conectado con el mundillo tabasqueño, rápido encontró que Suministros del Carmen SA de CV no sólo había defraudado a aquellas familias sino que, casualmente, esas hectáreas ya las había comprado el gobierno del estado para construir casas, en apoyo a los damnificados por las inundaciones de octubre de 2007.
La compra de esos predios no fue de súbito. Desde el 14 de diciembre del 2007 Felipe Calderón —por conducto de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi)— y el gobernador Andrés Granier —por conducto de las secretarías de Finanzas, Asentamientos y Obras Públicas, y el Instituto de la Vivienda de Tabasco (Invitab)—, firmaron un convenio para comprar tierras y levantar casas.
Desde el convenio, ya se sabía qué tierras compraría el gobierno. Lo sabían Carlos Javier Gutiérrez Ruiz y Marco Antonio Quiroz López, director y subdirector general del Conavi; lo sabía José Manuel Sáiz Pineda, secretario de Administración y Finanzas de Tabasco. Lo sabía Héctor Manuel López Peralta, secretario de Asentamientos y Obras Públicas. Lo sabía Roger S. Pérez Evoli, secretario de la Contraloría. Lo sabía Ariel Cetina, director del Invitab. Y lo sabía Granier Melo, quien firmó como testigo.
“¿Quién le dijo a Suministros del Carmen que comprara esas tierras para revenderlas? Es algo que tienen que aclarar ante las autoridades”, dice Adán Augusto, quien ya ha entregado la denuncia correspondiente en la delegación tabasqueña de la PGR.
En ese mismo mes de mayo, Suministros del Carmen SA de CV vendió las 169 hectáreas al Invitab. Pero no lo hizo en un precio razonable. Aquí también sobran ejemplos:
La escritura 6202, volumen LXXXVII, del 25 de abril de 2008, dice que por un predio que la empresa compró en casi cinco millones de pesos (la verdad ofreció cuatro y al final pagó sólo dos millones), el Invitab lo adquirió en casi 15 millones.
En la escritura 6203, Volumen LXXIX, también del 25 de abril de este año, se lee que la compañía desembolsó por otro predio poco más de 16 millones de pesos en febrero y vendió en 41 millones de pesos.
En la escritura 9501, volumen CXII, del mismo 25 de abril, vendió 51 hectáreas por 77 millones de pesos. La empresa las compró a poco menos de 27 millones.
En resumen:
El gobierno tabasqueño, con subsidios federales, le pagó a la compañía 246 millones 116 mil pesos. Y en una sola exhibición.
Es decir:
La empresa ganó en la venta casi 144 millones de pesos que eran para los tabasqueños afectados.
Ese monto, independientemente de los 125 millones de pesos que no pagó a los ex propietarios.
Negocio redondo.
Al perredista Adán Augusto lo han querido corromper funcionarios del gobierno tabasqueño. Los ha mandado al diablo. De hecho, ha hurgado más y así es como se ha encontrado con que Suministros del Carmen SA de CV misteriosamente transfirió cerca de 18 millones de pesos a la Unión de Crédito Ganadero de Veracruz. La razón: liquidar unos adeudos, al parecer de Almílcar Sala, amigo del primer círculo del gobernador.
“Todo es muy irregular”, dice Adán. “¿Cómo supo la empresa la información exacta de los inmuebles que el Invitab adquiriría? ¿Los predios fueron comprados con recursos de procedencia ilícita? ¿De quién fue el negocio, quién ganó la diferencia?”.
Adán Augusto dice tener informes de que Suministros del Carmen ha transferido todo el capital de la estafa. Ha ido a parar a cuentas en el banco Banorte a nombre de Raúl García Castañeda, Juan Antonio España, Paulina Téllez, Daniel Pérez Hernández y Yenissie María Aynar.
PD: El presidente Felipe Calderón entregó 350 millones de pesos en subsidios al gobierno de Tabasco. Suministros del Carmen SA de CV se quedó con 144. El resto, no alcanzó: los damnificados siguen sin casa. Las que se supone estarían listas en noviembre, no existen. Ni los terrenos han tocado. Y otra vez llueve.
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