viernes, 27 de junio de 2008

A burlarse de los campechanos

Vino el espurio Calderón

ESCÁRCEGA, Cam. 25 de junio.- Para Gustavo Tinoco Sánchez, dirigente estatal del Movimiento Antorcha Campesina, el espurio Felipe Calderón Hinojosa sólo vino a burlarse de los campechanos, a dejar una vez más en claro que sus acciones son proselitistas a favor de su partido y que la política excluyente que sus funcionarios federales aplican en Campeche, es la misma que éste les dicta al pie de la letra, de dejar sin asistencia a los grupos más vulnerables de la sociedad.
“Es una vergüenza que no se le haya permitido a los ciudadanos acceder a la cancha de usos múltiples de la colonia Morelos y que sólo se haya concedido la entrada a las titulares del programa Oportunidades y a los beneficiarios de 70 años y más, quienes fueron no porque quisieran estar cerca del presidente, cosa que además nunca sucedió, sino porque tenían que estar, ya que de lo contrario perderían los beneficios que actualmente reciben de la Sedesol”, aseveró.

Dijo al POR ESTO! que Calderón vino a un escenario preparado, con gente que estaba obligada a aplaudirle, que estaba bajo amenaza de los funcionarios de la Sedesol, en donde no fue posible que entraran los campesinos, los comerciantes, las amas de casa, ya que de hacerlo sabía que se exponía a que le echaran en cara los errores que ha cometido, al aplicar una política económica que ha encarecido todos los productos básicos.
“El sentimiento de la gente de Campeche, especialmente de la gente más vulnerable, es que Felipe (Calderón) es un traidor, un tirano que viene a burlarse aún más de los campechanos, a decirles en su propia tierra que no habrá refinería, porque los legisladores no le han permitido el paso a su propuesta de reforma energética, y con justa razón, pues pretende entregar la paraestatal en manos de extranjeros, de empresarios particulares que solo le generarían a él ganancias”, aseveró.
Tinoco Sánchez recriminó que ni siquiera a los vecinos se les permitiera pasar a sus casas, debido al fuerte cerco de seguridad que el Estado Mayor Presidencial implementó en torno a la cancha de la colonia Morelos, donde Calderón no duró ni media hora y de donde de la misma manera apresurada como llegó, se fue de la ciudad, sin atender a nadie, sin escuchar a nadie, siempre huyendo del contacto con la gente, a menos que fuera de los “acarreados” que le llevó la gente de Sedesol.

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