viernes, 26 de junio de 2009

LA RESISTENCIA CAPITULO 7

Miércoles 24 de junio de 2009.
Llego leroy a su trabajo, como le habían abierto su auto no escucho las noticias por la falta del radio, además está muy enojado por lo que al llegar a su trabajo no puso a Aristegui cuando ella estaba platicando con Jenaro Villamil acerca de un desplegado que televisa habia puesto en todos los periódicos, pero… no le puso mucha atención a los comentarios, sería como a las 8.30 horas, después que realizo distintas actividades y como continuaba la plática con Villamil le puso más atención, cuando Aristegui inicio la lectura del desplegado denominado “miente Aristegui y Villamil” en donde ponía seis mentiras que la comentarista según habia mencionado al comentar un libro de Villamil acerca de la sobre exposición que hacían del gobernador del Estado de Mexico Peña Nieto. Claro que Televisa se hacía pasar como una blanca palomita, que siempre habia dicho la verdad; al principio se confieren esta actitud: “Televisa ha resistido paciente y tolerantemente los infundios”. Por otro lado; a Aristegui le adjudicaban como cualidades morales e intelectuales las palabras y adjetivos como: calumnias, absurda, mentirosa, ridícula, falsa, difamadora, elucubradora, diatribadora, conspiradora… puf. Leroy se puso a pensar como le recomendaría Sagan en su libro el hombre y sus demonios de que siempre hay que dudar sobre las seudo-verdades que los medios difunden ¿Qué es la verdad?
Es indudable que en la sociedad, la verdad política es la que dice la clase social dominante ya que dispone a su vez de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se someta a quienes carecen de los mismos para producir las ideas. Pero cuando en el seno de una sociedad surge una colisión practica susceptible de poner en peligro a la clase dominante y que pueda hacerla desaparecer, esta se moviliza para detener a la nueva clase ya que sus ideas adquieren las características de ideas revolucionarias y presupone la existencia de una clase social nueva, de una clase revolucionaria.
De esta forma; el comunicador y los intelectuales son solo emisores y defensores de la clase la clase social a la cual sirven y como la clase social dominante tiene los recursos y los medios para trasmitir sus intereses, también tienen a su disposición a un grupo de trabajadores que les sirven para defender sus intereses. En la división social del trabajo estas personas hacen un trabajo intelectual, es decir vende las ideas como cualquier mercancía y el que los contrata las utilizan para su beneficio. Como el sistema capitalista tiene la necesidad de justificar el porqué los gobernantes tiene el poder y quienes forman parte de la clase dominada deben seguir subordinarse a sus intereses, tratan de legitimarse sobre el resto de la población, contratando a sujetos con amplios estudios en los medios de comunicación, con maestrías, doctorados o con experiencia para legitimarlos ya que por eso son la clase dominante. Un ejemplo histórico es entre los indígenas originarios de América, cuando la gente les preguntaba ¿Por qué eres el que manda? Les contestaban que ellos eran descendientes de los dioses y le habían dado la misión de gobernar a la población. Si la misma pregunta se les hace al gobernante actual de cualquier país, nos contestaran que es porque a través del voto la mayoría de la población lo eligió; pero y si como en el caso de las mercancías, el representante del poder establecido, sea el presidente, senador o diputado, usa algún medio de publicidad para estimular la venta y compra de la mercancía que ofrece, estaremos ante personas que no son elegidas para representar los intereses de la población, sino de la clase social que le dio acceso a los medios de comunicación y le pago para que pudiera estimular en la sociedad la idea de que ellos tiene el poder porque recibieron el voto popular. Esto funciona de maravilla hasta que alguna persona no está de acuerdo con esta posición y decide comunicar otras cosas y defender las ideas de la clase social más desprotegida, allí el poder se dobla y tiene que eliminar al que lo hace so pena de ser desplazado. Esto es lo que está pasando con Aristegui, se está convirtiendo en una persona incomoda para el poder, para los industriales y hay que acabar con ella, el sistema político no puede soportar algo así, está en riesgo su existencia. Claramente vemos como la comunicadora ha hecho trastabillar al poder, tan solo en el último año le dio entrada a los comentarios del ex presidente De la Madrid y puso a temblar a la clase política además de que por su culpa Tellez secretario de comunicaciones lo tuvieron que quitar ¿Serán tan poderoso para eliminarla? ¿Tan tontos para no dejarla en paz? ¿La nueva clase social revolucionaria (denominada resistencia civil pacifica) la abandonara? El tiempo lo dirá.
Así pensaba Leroy del suceso.
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