martes, 19 de enero de 2010

La presidencia de México sí se toca

Guadalupe Lizárraga

La imagen del presidente de México, Felipe Calderón, se daña por la protesta de más de 205 mil ciudadanos en Facebook que quieren su renuncia. Alertan sobre supuesto "caos" que implicaría la ausencia de la figura presidencial

La campaña ciudadana en Facebook contra el presidente de México, Felipe Calderón, daña su imagen, su legitimidad y su institución. Hoy la presidencia mexicana se ha tocado, con argumentos y críticas como sucede en las mejores democracias consolidadas. Internet se ha transformado en la herramienta para abrir caminos de expresión ciudadana al mundo, que antes habían estado coartados en el espacio público.

Van más de 200 mil expresiones de descontento. La promesa del millón se vuelve simbólica y es significativa. Que no lleguen al millón de ciudadanos por la renuncia de su presidente, resulta irrelevante a estas alturas. Pues sólo una mirada tan estrecha y obnubilada podría sostener que este ejercicio cívico resultaría estéril e improductivo para la democracia mexicana.

El colectivo ciudadano ‘ A que en 30 días juntamos 1 millón que quiere que renuncie Calderón’ , de manera libre y espontánea, ha logrado un número de adhesiones superior al tiraje de cualquier medio impreso en ese país; ha logrado un número superior al que puede reunir el mejor aparato institucional para apoyar a los políticos en campaña; ha alcanzado un número superior a los obtenidos por las encuestas de los medios de comunicación para evaluar a su gobierno.

Lo más relevante, es que no todos los participantes pertenecen a la oposición. Esta campaña ciudadana ha logrado incorporar a personas de todas las ideologías, incluso prestigiados académicos y jóvenes militantes del partido en el gobierno. Se describen a sí mismos como ciudadanos libres en ejercicio de su derecho a manifestar su opinión respecto a su gobierno, independientemente de sus preferencias ideológicas.

Entre los argumentos del grupo ciudadano, esgrimen que la democracia mexicana ‘ ha sido fracturada por la depredación político-partidista y empresarial’ de ese país, en relación a las 422 empresas mexicanas que adeudan 4453 millones pesos en impuestos diferidos, entre las cuales destacan 60 de las más importantes como Televisa, TV Azteca, CEMEX, Desarrollos Urbi, El Palacio de Hierro, Liverpool, Telmex y el resto de las empresas de Carlos Slim, entre otras. También protestan por los altos sueldos de los funcionarios de gobierno que van desde los 9 mil hasta los 18 mil euros mensuales, además de la falta de políticas públicas eficientes y bien diseñadas para combatir la pobreza y el desempleo.

El propio presidente Calderón ha reconocido el incremento de seis millones de pobres en lo que va de su mandato, y la pérdida de otros 560 mil empleos en el último trimestre de 2009. La economía mexicana vive una profunda crisis, aunada a la violencia por narcotráfico que sigue cobrando vidas, especialmente en ciudades norteñas como Tijuana y Ciudad Juárez, con nuevos brotes de guerrilla al sureste, y un gran malestar ciudadano por los altos impuestos.

En opinión de los ciudadanos facebukeros aseguran que ‘ ningún partido político que se hubiese propuesto organizarlos habría logrado que, con tanta espontaneidad y libertad, se manifestaran sus seguidores sobre todos estos temas que debaten en foros públicos de la red.

Ante ello, intelectuales y analistas, como Federico Arreola, conocido productor del film ‘ Fraude 2006’ , intentan alertar ahora a los ciudadanos de que la renuncia del presidente Calderón ‘ crearía inestabilidad y violencia, porque no está preparado el sistema político mexicano para sostener la ausencia del presidente’ . Sin embargo, los ciudadanos han respondido con diferentes argumentos para demostrar que México ya vive en constante inestabilidad, violencia y en precariedad económica, y la solución es incorporar la figura de la revocación de mandato para el control de sus elites gobernantes.

Aseveran que el país no es el ingobernable, como observara Arreola en su análisis de la situación, sino la elite político-empresarial que no tiene ningún control ciudadano: ‘ vivimos en un país con una elite ingobernable formada por políticos, narcotraficantes y empresarios. Y una elite sin ningún control ciudadano es el mayor peligro para una democracia’ , publicado en uno de los foros de discusión.

México, actualmente, tiene poco más de 100 millones de ciudadanos, y 66 millones se encuentran en la pobreza. Es uno de los estados más caros en términos comparativos en el mundo y de menor calidad en sus servicios. Y ahora también uno de los más peligrosos, en el periodo de Calderón van 17 mil acaecidos por la narcoviolencia.

Fotografía; Jhadiel G. Galicia.

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