Memorias de Mis Tiempos
Anatomía de un Adversario
El diez de mayo pasado, mientras cientos de miles de mexicanos le recordaban cariñosamente la madre al usurpador, en Puebla el gobernador Moreno Valle inauguro la “Academia Estatal de Formación y Desarrollo Policial”. Esta academia se asentara en San Salvador Chachapa en lo que se supone es una reserva ecológica.
En la práctica, esta academia no tiene la función de capacitar una policía profesional. Presente en la inauguración estuvo Keith W. Mines, funcionario de la embajada de EUU y encargado del Plan Mérida. Los antecedentes y las opiniones de Mr. Mines que aquí citare indican que esta no es una academia de policía sino que es una base militar de EEUU diseñada para entrenar traidores al servicio de los EEUU. Y la razón es que EEUU reconoce que ya no puede proyectar tanta fuerza militar como antaño y tiene que depender más en utilizar traidores que sirvan a sus intereses.
Según se lee en un escrito que Mines preparo en el 2005 para el Foreign Policy Institute (ver http://thedonovan.com/archives/week_2005_03_06.html) Mines es un ex militar con 22 años de experiencia en el ejército de EEUU. Ha trabajado en misiones tanto militares como diplomáticas en Granada, Honduras, El Salvador, Israel, Somalia, Haití, Hungría, Afganistán, e Iraq. En este último país estuvo encargado de las acciones políticas y económicas del gobierno de ocupación de la provincia iraquí de Al Anbar. Ha sido analista de inteligencia (léase: trabaja en la CIA) y actualmente está asignado a la embajada de EEUU en México como encargado del Plan Mérida. En suma, tenemos aquí a un aparatchick del imperio.
Lo que hace particularmente peligroso a Mines es que, durante su estancia en Iraq, tuvo serias diferencias con la administración de Bush. Mines quería que se le asignaran mayores recursos y estos, simplemente, no estaban disponibles. Mines hizo bastante ruido acerca de esto y aparentemente cuenta con suficientes “palancas” y no fue destituido. Se le califico como un “dissenter” y los gringos, con su masoquismo endémico, hasta lo le dieron un premio en reconocimiento.
Mines es entonces un hombre que, por su formación militar, se guía por la lógica de las armas. Como dijo Nathan Bedford Forrest (“I get there the fustest with the mostest”) el que pega primero y con más gente gana. Mines reconoce que la lógica de la guerra del enano viola todas las reglas de Sun Tzu y de Clausewitz y esta dispuesto a buscar alternativas para corregir el fiasco que ha resultado. Nos enfrentamos entonces a un adversario de cuidado.
Mines llego a mi atención por la declaración que hizo el diez de mayo en Puebla durante la inauguración de la base militar gringa: “…vamos ganando la guerra contra el narco…” ¿Vamos? Eso me sonó a manada por principio. Y, segundo, ya Eduardo Medina Mora hizo una declaración similar hace un par de años (cuando solamente llevaban 5,000 muertos acumulados): “…aunque no lo crean vamos ganando la guerra contra el narco…” Mi primera reacción fue: “¡que grandísimo pendejo es este Mines!” Ahora me doy cuenta que lo que Mines está tratando de hacer es ganar tiempo y sostener a toda costa al gobierno del usurpador mientras los planes del imperio se logran.
Para entender a Mines hay que leer sus escritos. En un ensayo del 2007 para el Foreign Policy Research Institute Mines escribio: "The best way for a big power to fight an insurgency is to avoid fighting it in the first instance by helping solve the political issue that created the conflict, thus drying up support for the insurgents. The second best way is to engage proxies who know the terrain, the culture, and the internal politics driving the insurgents, and who will not feed the nationalistic narrative that fuels insurgencies. "
En cristiano: "La mejor manera en que una potencia puede combatir una insurgencia es resolviendo el problema político que es la raíz del conflicto y asi quitarle apoyo a los insurgentes. La segunda mejor manera es utilizar a colaboracionistas que conozcan el terreno, la cultura, y el clima político en que se nutre la insurgencia. Estos colaboracionistas NO deben de asumir el discurso nacionalista de los insurgentes."
Por colaboracionistas (“proxies”) léase traidores.
Este escrito es clave para entender al adversario. Fue escrito por Mines después de que acababa de salir de Iraq (con las consecuentes lecciones adquiridas ahí) y de que había sobrevivido el ser purgado por la administración de Bush. ¿Por qué va a cambiar de tácticas este hombre si tuvo éxito en aplicar esta receta y hasta se ufana de ello en un escrito? Creo que es correcto asumir que las intenciones del adversario y su modus operandi en el futuro inmediato seguirán estas líneas.
Pero en México el narco NO tiene “problemas políticos”. Al narco le interesa el dinero, los negocios. Si se tienen que involucrar en la política es para asegurarse que el gobierno federal los apoye o que por lo menos no apoye a sus adversarios. Bajo ningún concepto se puede pensar en los zetas o el Chapo como los “bandidos sociales” del siglo XIX (lean el Zarco de Francisco Javier Altamirano) o de la revolución (Pancho Villa). Los gringos como Mines, que solo saben de la historia mexicana lo que ven en las películas de Hollywood están demasiado prestos a pensar que los narcos de hoy, unos viles comerciantes y asesinos, son o pueden llegar a ser bandidos sociales de película.
El problema político que es la raíz del conflicto en México es la ilegitimidad del régimen. ESO es lo que lo hace débil y torpe y le resta apoyo de la población. Bajo ningún concepto los EEUU van a atacar al “problema político que es la raíz del conflicto” pues ellos apoyan al régimen del usurpador. Mines no es un estúpido. Sabe que la ilegitimidad del régimen es el meollo del asunto [1]. Sin duda el que cientos de miles de mexicanos le mentaran la madre al usurpador preocupo a la embajada. Sin embargo, Mines NO va a solucionar “la raíz del conflicto” pues la administración gatopardista de Obama sigue la política del régimen de Bush de apoyar incondicionalmente al usurpador.
Entonces, ¿Quiénes son los insurgentes que Mines buscaría combatir? Si los narcos NO son los “insurgentes” entonces es obvio que estos son los que se oponen al régimen, es decir, el movimiento obradorista. Nosotros, los obradoristas y todo el que quiera que México sea o vuelva a ser nación independiente, semos los “insurgentes” y bajo esa óptica se puede confiar que operara la embajada de EEUU.
La militarización se explica entonces como un intento de apuntalar al régimen que esta siendo agobiado por los “insurgentes”. Si en verdad están “ganando la guerra contra el narco”, ¿para qué entonces necesitan crear bases militares? Y si la policía en EEUU es tan ineficaz que ese país tiene el mayor número de drogadictos en el planeta, ¿para que se busca que estos capaciten a los policías mexicanos?
En la segunda recomendación Mines cita un coco que aparecerá repetidamente en sus escritos, el nacionalismo. Mines recomienda formar cuerpos de traidores que harán el trabajo sucio del imperio. Y bajo ningún concepto estos deben de adoptar el “discurso nacionalista de los insurgentes”.
Los adversarios de Mines son dos: el movimiento obradorista, los “insurgentes” y el nacionalismo de los mexicanos que los puede llevar a simpatizar y proveer ayuda a los “insurgentes”. Para combatir a los primeros Mines planea usar traidores que integrarían las fuerzas de seguridad (policía) de México. Para combatir el nacionalismo Mines propone otra línea de acción.
Como decía el doctor Frankenstein, vamos por partes. Entendamos primero porque el imperio ha concluido que se debe de poner énfasis en usar traidores para que hagan el trabajo sucio del imperio.
En un artículo del 8 de marzo del 2005 para el Foreign Policy Institute (ver http://thedonovan.com/archives/week_2005_03_06.html), Mines se quejo que no se había utilizado suficiente fuerza en Iraq y que por ello los insurgentes habían crecido. Mines argumentaba el total del ejercito yanqui, 10 divisiones, lo cual no era suficiente, pues se necesitaban 16 divisiones para cubrir todas las guerras y broncas que el imperio tiene. (El que de por si ya el imperio está en bancarrota y no puede financiar más gasto militar parecía no importarle a Mines.)
Mines escribe que “…en el año 2004, después de mas de un año de la ocupación de Iraq, todavia no había ni un solo policía con más de tres semanas de experiencia disponible…” Obvio que Miles se refería a policías entrenados en “el nuevo modelo de policía”, término que ha usado repetidamente en sus declaraciones en México. Es decir, Mines se refiere a traidores uniformados de policía que están al servicio del imperio.
Entiéndase: Mines NO tiene experiencia policiaca. No ha recibido ningún entrenamiento como tal. Tiene conocimientos rudimentarios sobre las leyes. No es policía. El que él hable de “un nuevo modelo de la policía” es como si su servidor hablara de una nueva técnica quirúrgica siendo que no soy cirujano. Mines está diseñando su “nuevo modelo de policía” desde el ámbito que él conoce, el militar, donde es una virtud eliminar al adversario sin “viriguaciones” y en la forma más expedita posible. No hay tal “nuevo modelo de la policía”. Se trata de los mismos trogloditas uniformados de siempre que matan sin “viriguacion” alguna.
¿Por qué el imperio debe de depender de estos cavernícolas? Mines tiene la preocupación de que los EEUU no pueden ya proyectar tanta fuerza como antaño. Mines no descarta el ocupar otros países como una alternativa de último recurso: “…the threat of occupation is one of the most compelling tools the United States has to manage this unsettling world…” o “…la amenaza de ocupacion is una de las armas más efectivas de EUU para mantener el orden en el mundo…” Pero como la amenaza casi ya no tiene dientes y los que tiene están podridos de ahí la necesidad de EEUU de utilizar traidores para que sirvan a sus intereses.
Mines, que estuvo asignado a la embajada de El Salvador, cita como esa receta de usar traidores fue muy efectiva y de muy bajo costo: “…El Salvador with its very small number of advisors and reliance on host country forces designed to deflect nationalist rage…” o “…en el Salvador, donde se utilizaron consejeros y se utilizo a los mismos salvadoreños (lease traidores salvadoreños) para desviar la indignación nacionalista…” Mines es por lo menos congruente. Vuelve a apuntar quien es su verdadero enemigo, el nacionalismo.
¿Y cómo piensa Mines combatir el nacionalismo en la población mexicana en general? Pues Mines, igual que los narcos, quiere que los mexicanos “aprendamos a respetar” según les explicare a continuación.
El siete de agosto del 2009 se celebro una reunión de personal de la SEGOB, SER, y la embajada de EEUU (incluyendo a Mines) donde se discutió el Plan Mérida. Se emitió un comunicado conjunto (ver http://www.iniciativamerida.gob.mx/pdf/boletin_SEGOB_134_07-08-2009.pdf ) .
En ese comunicado se cita a Mines como sigue. “…Keith W. Mines expuso que trabajando con México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), han desarrollado programas para estimular la cultura de respeto a las leyes. Mediante la Iniciativa Mérida, se han iniciado programas para el fomento de una cultura de respeto a las leyes, los cuales se están ofreciendo en la actualidad a cadetes y miembros de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). También se están desarrollando programas escolares de cultura de respeto a las leyes para cientos de miles de estudiantes en México, y se trabaja con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para incorporar dicha materia a los planes de estudio nacionales…”
Saco varias conclusiones.
Primero, México Unido Contra la Delincuencia (MUCD) colabora activamente con la embajada de EEUU. ¿Recibe MUCD acaso también directrices y financiamiento de esta? Según MUCD, su visión es “Nuestra visión es tener una sociedad que pueda vivir y progresar con seguridad y tranquilidad en un marco en que prevalezca el estado de derecho, con ciudadanos comprometidos con México, conscientes de su responsabilidad social, participativos y que exijan a las autoridades el cumplimiento de la ley, además de autoridades e instituciones profesionales, honestas y efectivas en los ámbitos de la seguridad y la justicia.” MUCD dice estar “comprometidos con México”. ¿Qué tanto está MUCD comprometido con la embajada de EEUU?
Segundo, aparentemente no fue sino hasta la implementación de la Iniciativa Mérida que los cadetes y personal de la SSP recibieron entrenamiento e instrucción en el “respeto a la ley”. ¡Mofles! ¡Si de por si esos changos no respetan la ley, imagínense si no tuvieran el “entrenamiento” gringo! ¡Y ese entrenamiento, en el “nuevo modelo policial” es propuesto por un individuo que no tiene absolutamente ninguna experiencia como policía!
Tercero, los planes de estudio nacionales están siendo diseñados y aprobados por la embajada de EEUU. Y si Mines, según sus propias palabras, considera el nacionalismo mexicano como un peligro para los EEUU se explica entonces porque las materias de historia patria ya no se enseñan a nivel de primaria. Aparentemente fue una orden de la embajada que prohibió esos cursos. E igual, los niños mexicanos NO recibían ninguna enseñanza de cómo respetar la ley sino hasta que el gran padre blanco de Washington les dijo como hacerlo. (Por decenas de años esos valores se cubrían muy chileramente en las clases de civismo pero esa es una materia que también los regímenes del PRIAN desaparecieron.)
Cuarto, ¿en que exactamente consiste ese “respeto a la ley”? Según el artículo 39 los mexicanos tienen el “derecho inalienable” de mandar al diablo al gobierno [2]. Pero, el aparatchick del imperio, Mines, seguramente calificara de “insurgente” y violador de la ley a cualquiera que lo intente. Es más, la reciente propuesta de la Ley de Seguridad Nacional consideraba fuera de la ley a todo el que intentara tumbar al gobierno. Concluyo que para Mines y la embajada el “respeto a la ley” implica no oponerse al gobierno del usurpador que EEUU apoya. Y este es el concepto de “respeto a la ley” que les están enseñando tanto a la policía como a la niñez mexicana.
El plan de Mines sigue su curso. Los niños mexicanos, como apuntó Fidel Castro, si saben quien es Mickey Mouse pero desconocen al cura Hidalgo. Y el 25 de junio del 2009 Mines anuncio con orgullo que ya habían formado la primera camada de traidores vestidos de policia. (ver http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/06/090624_0335_iniciativa_merida_anuncio_rb.shtml) .
“Por otro lado, el funcionario dijo que 23 instructores mexicanos fueron capacitados en EE. UU. y ya se encuentran de regreso en el país para dar instrucción a las corporaciones policiales del país. ‘Tenemos en México 1.500 investigadores de la Policía Federal que se están entrenando en el nuevo modelo de la policía’, señaló.”
Y, repito, este “nuevo modelo de policía”, impulsado por un fulano sin un ápice de experiencia policiaca, implica que estos uniformados serán traidores al servicio del imperio y su misión será combatir “insurgentes” o cualquiera que se oponga al régimen del usurpador. Como lo escribió el mismo Mines: “…La segunda mejor manera es utilizar a colaboracionistas que conozcan el terreno, la cultura, y el clima político en que se nutre la insurgencia. Estos colaboracionistas NO deben de asumir el discurso nacionalista de los insurgentes…"
No se dejen engañar entonces. Los apologistas del régimen dirán que la academia de Puebla busca tan solo entrenar policías. Los antecedentes de Mines y sus mismas declaraciones indican que se trata de una incubadora de traidores uniformados que estarán al servicio del imperio.
Es por eso que se ha convocado una marcha de protesta el 21 de junio a las 17 horas en la Plaza de la Democracia en Puebla. El evento tiene pagina en Facebook: http://www.facebook.com/event.php?eid=211314688900021 y usamos los hashtags #basemilitarenpuebla #chingatumadreobama y #morenovalletraidor. Esta protesta está convocada por el Frente en Defensa de la Patria y se invita a todos los mexicanos bien nacidos o bien a asistir o a participar por medio de twitter usando los hashtags arriba mencionados.
[1] Curiosamente, a la inauguración de la academia en Puebla NO asistió Genaro García Luna, a pesar de que había sido anunciado. ¿Acaso ha habido diferencias entre Mines, el “dissenter”, y el régimen del usurpador el cual protege a toda costa a García Luna? No dudo que Mines reconocería que García Luna es un lastre que no ayuda a los objetivos del imperio y tal vez las relaciones entre estos dos se han enfriado, de ahí el desaire que hizo García Luna no asistiendo a la inauguración de una academia que se supone va a capacitar al personal de su secretaria.
[2] ARTÍCULO 39. LA SOBERANIA NACIONAL RESIDE ESENCIAL Y ORIGINARIAMENTE EN EL PUEBLO. TODO PODER PUBLICO DIMANA DEL PUEBLO Y SE INSTITUYE PARA BENEFICIO DE ESTE. EL PUEBLO TIENE EN TODO TIEMPO EL INALIENABLE DERECHO DE ALTERAR O MODIFICAR LA FORMA DE SU GOBIERNO.
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