■ El instituto señala que el nombre Coalición por el bien.. primero los pobres pertenece al FAP
La alianza PT-Convergencia se llamará Salvemos a México, tras error del IFE
El consejero Arturo Sánchez bromea sobre sus muletas durante la sesión de ayer del Instituto Federal Electoral Foto: Carlos Cisneros
En la víspera de votar el dictamen de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Federal Electoral (IFE) que avalaba el nombre de Coalición por el bien de todos, primero los pobres –opción propuesta por los partidos del Trabajo y Convergencia para su alianza–, los consejeros recularon y el Consejo General rechazó la denominación, al señalar que está reservada por el Frente Amplio Progresista. Así, virtualmente sobre las rodillas admitieron la improvisada tercera opción que les fue presentada y la coalición se denominará Salvemos a México.
El presidente de la comisión, Marco Antonio Gómez Alcántar, reconoció el error de no haber verificado en la comisión que al igual que el nombre original de Frente Amplio Progresista –rechazado en su momento por el IFE–, también estaba reservado el eslogan “Por el bien de todos ¡primero los pobres!” a la organización integrada por PRD, PT y Convergencia. La explicación no le satisfizo a este último partido, que hizo patente su inconformidad en la sesión por este segundo revés.
“Ser ingenuo en política es el peor pecado”, sentenció el representante de Convergencia, Elías Cárdenas, como preámbulo para la descalificación abierta a la actuación del IFE. “Sabemos de cabildeos, de presiones. No podemos aceptar que los dirigentes políticos de los partidos mayoritarios decidan.” Por ello lamentó el “gran trasiego” que se había hecho en el IFE para avalar la denominación de su coalición.
“Primero, Frente Amplio Progresista no les gustó. Enseguida, Coalición por el bien de todos primero los pobres, tampoco. Esperamos que éste sí les agrade; no vayan a decir que ése es el grito de guerra de Andrés Manuel López Obrador en el movimiento democrático.”
Arremetió contra la presencia del consejero presidente, Leonardo Valdés, en Palacio Nacional durante la presentación del plan anticrisis, “donde le dieron trato de secretario de Estado. No nos lleva a compadecernos de la imparcialidad que debe existir en la resoluciones del IFE”.
Las declaraciones de inmediato generaron la reacción de los consejeros, que cerraron filas ante la sugerencia de que no son autónomos. “Es mi convicción –dijo el consejero Alfredo Figueroa– que no se pueden aceptar términos como los que yo acabo de escuchar respecto de la autoridad electoral, sobre todo cuando ésta ha expresado razones y sus convicciones sobre los asuntos que está resolviendo.”
No hubo consejero que no censurara los alcances de las frases de Elías Cárdenas –que para entonces ya no estaba en el salón de sesiones–, por considerar inadmisible la sugerencia de que el IFE no actuaba con imparcialidad y autonomía.
Arropado por sus colegas, el consejero presidente, Leonardo Valdés, también respondió: “creo que la autonomía del IFE no puede, no debe ser puesta en duda, porque la hemos defendido y la seguiremos defendiendo”.
Evidentemente, continuó, el principio de imparcialidad “nos obliga a analizar cada uno de los asuntos en sus términos, en sus méritos y resolver en consecuencia, con el criterio jurídico que colectivamente vamos construyendo”.
Sin embargo, la defensa unánime y la reacción indignada de los consejeros hacía abstracción de los términos en que se había distribuido el dictamen a discusión y que en su punto medular decía: “Procede el cambio de denominación de la coalición integrada por el Partido del Trabajo y Convergencia, para quedar como Coalición Por el Bien de Todos. ¡Primero los Pobres!”
Error del instituto electoral
Para esa hora, la convicción con que estaba redactado el dictamen ya no existía, había sido efímera. El error había sido admitido después de haberse circulado el documento que había hecho caso omiso del considerando 14 del acuerdo de consejo general que dio el aval al FAP –integrado por PRD, PT y Convergencia– en 2006, y que señalaba que “con el fin de garantizar la identidad del frente se reserva el uso de dicha denominación y el lema durante la vigencia del convenio”.
Como dicho convenio está vigente, el nombre y el lema están reservados, lo cual fue detectado por los consejeros tardíamente, lo que precipitó el enredo y favoreció una salida improvisada.
En aras de recomponer el error, los consejeros avalaron que PT y Convergencia integraran, prácticamente sobre las rodillas, la tercera opción y definitiva de Salvemos a México, la cual se diría que con dispensa de trámites fue aprobada a condición de que este jueves se entregara la documentación que soportara la legalidad de la propuesta.
Hacia el final de la sesión llegó el oficio firmado por los dirigentes de ambos partidos sobre la tercera opción, la cual fue votada por unanimidad. Esta mañana, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desahogará los recursos que originalmente presentaron PT y Convergencia contra el rechazo original a aceptar el nombre de la alianza como Frente Amplio Progresista.
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