viernes, 7 de agosto de 2009

EPIDEMIA CAPITULO 14

Existe una estrecha relación entre los tumores malignos y el desgaste, entendido como el conjunto de deterioro biológico patológico o no, en el proceso de producción directo, ya que prácticamente en todos los casos, cuando se conocen las causas del cáncer, son elementos químicos como el asbesto o las anilinas o físicos como la radioactividad. Las enfermedades isquémicas del corazón por su parte tienen una relación directa con el stress, íntimamente ligado a la organización capitalista del trabajo. Datos de países capitalistas desarrollados corroboran esta interpretación de la situación mexicana, ya que después de un incremento sostenido en la expectativa de la vida, esta comenzó a decrecer en hombres de edad productiva a partir la mitad de los años setenta en relación a otros países.
Un elemento importante para entender el desgaste o la lenta destrucción del obrero en el proceso directo de producción es el stress o tensión nerviosa. Este se presenta como una reacción neuro-hormonal y esta casualmente relacionada con una serie de enfermedades como la hipertensión, infarto al miocardio, las ulceras gástricas, diabetes y neurosis, disminuyendo la resistencia a las indicaciones.
Aunque el stress es muy agudo en algunas actividades, se puede afirmar que es omnipresente en el proceso de la producción inmediata y se deriva múltiples situaciones inherentes a la organización capitalista del trabajo. Así por ejemplo, los trabajos generan stress ya que el trabajador se sabe amenazado por accidentes graves. Otro factor causante de stress es un alto ritmo de trabajo.
A pesar de la intima relación que existe entre el proceso de producción inmediata y el patrón de desgaste de los obreros, esta relación no está reconocida ni por la medicina ni por la ley, para ambas los únicos problemas de desgaste y enfermedad relacionados con el trabajo son los llamados riesgos profesionales, estos accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

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