jueves, 30 de junio de 2011

Diario del Intestino de Porkstens - El Candidote del FMI

Ladillas

Diario del Intestino de Porkstens – El Candidote del FMI

Por el Lic. Mefistófeles Satanás

El cerebro hizo el anuncio en el intercom.

--Escuchen, cabrones, el gordo ha decidido irse en campaña.

De inmediato se escucho una algarabía de parte de todos los órganos.

--¡Ya chingue! ¡Ya chingue! –gritaba mi vecino el culo.

--Perate cabrón, ¿pos que de que tanto pedo se trata? –le pregunte.

--Es que, carajos, --aclaro el culo—voy a tener la oportunidad de cagar en Los Pinos. ¿No oíste? El gordo va por la grande.

--¿Por la silla? Lo dudo.

En efecto, el cerebro aclaro de que se trataba.

--No es por la presidencia, bola de pendejos. El gordo busca estar al frente del FMI.

--¡Vale madre! –juro el estomago--. Los gringos no lo van a dejar.

--¡A huevo que no! –admitió el cerebro--. Pero la bronca es poder pasearse chingón.

--Ansina la cosa cambia –dijo el estomago.

--¿Va a ser cosa de viajar? –pregunto el culo con tono quejumbroso.

--Si –dijo el cerebro--. ¿Cuál es el pedo?

--Es que mis hermanillas van a estar chingando.

Aclaro que las hermanillas del culo son un par de almorranas que lo joden mucho.

--Si va a haber chinga viajando pos mejor sería que el gordo tuviera oportunidad de ganar –le dije al cerebro--. Aquí abajo vamos a estar procesando todo lo que el gordo se trague, vamos a estar apachurrados en un avión, y luego oste se anda mareando y el compañero estomago tiene que vaciar la melcocha.

El cerebro no dijo nada por unos momentos. Por lo general el cabrón es un ojete y nos trata de la chingada. Últimamente lo hemos enseñado a respetar, sin embargo.

--Tienen razón, cabrones –admitió el cerebro--. Dejen ver que chingaos hago con el gordo. Empezare a esparcir unos buscapiés. No dudo que pronto se presentaran los mas cabrones del PRIAN a ver si lo pueden apoyar. En el FMI se maneja un chingamadral de lana y si el gordo se mete ahí los PRIANistas pronto lo harían quebrar.

La mañana siguiente fue sin novedad. El gordo se zampo su olla de tamales, sus dos docenas de huevos rancheros, su pata de jamón, y su tambo de café. Nosotros abajo, como siempre, en chinga.

--¡Culo! ¡Te mando un tronco! –anuncie.

--¡Chido cabrón!

El procedimiento es que el culo pide permiso para abrir las válvulas.

--Cerebro, ¿puedo cagar?

--Espérense cabrones. Aguántenme todo. Voy a poner el audio. El gordo esta en junta.

Se oyo una voz aguardentosa que luego luego reconocimos.

--Yo con gusto pongo el fisanamiento, perdón, financiamento, chingaos, financiamiento para la campaña, don Aguspig.

--No se preocupe, maestra, Banxico se va a mochar.

--¡Puta madre! ¡Esta con Elbita! –juro el culo.

De arriba nos llegaron dos voces.

--Oigan, cabrones, ya castigamos las pupilas lo más posible pero esa vieja esta rete horrorosa.

--¿Y esos cabrones quiénes son? –pregunto el culo.

--Son los ojos, güey, se ve que están sufriendo los cabrones.

--Pues has de saber, Aguspig, que yo tengo influenzas en el mundo fisanciero.

--Dirá usted influencias –le aclaro el gordo.

--Pos eso. Todos los banqueros de Suiza, de Jamaica, y de Hong Kong me conocen. Yo te gatanrizo que vas a ser electo para enbaquezar el FMI.

--¡Nos vamos a suicidar cabrones! ¡La presión del humor vítreo ya es inaguantable! –gimieron los ojos.

--Aguántense, cabrones, --ordeno el cerebro--. Tengan.

--¿Y por qué se puso lentes oscuros don Aguspig? –pregunto Elbita.

--Es que me acaban de operar de cataratas, maestra. Continúe. ¿Dice usted que me garantiza mi elección?

--¡A huevo! Yo tengo mucha influenza en el mundo fisanciero.

--Orales! ¡Esto va a requerir que Feli-pito se despierte! –anuncio el cerebro--. Elbita es ninfómana y el que quiera arreglos con ella le tiene que hacer la faena.

Ya en una ocasión previa Feli-pito, la verga, había tenido que hacerle la faena a Elbita. El cabrón, lo que sea de cada quien, hasta había cortado rabo y oreja y había dodo tres vueltas al ruedo.

Pero de muy abajo se oyó un grito de espanto.

--¡¡¡¡NOOOO!!!!! ¡¡¡¡Yo no quiero volver entrar a esa caverna horrorosa!!!!

--Jijos, cerebro, --le implore—Feli-pito no se va a endurecer. Muy a huevo mea el infeliz.

--¡¡¡¡Dios mío!!!! –gritaron los ojos.

--¿Que chingaos?

--La maestra se está desabotonando la blusa –anuncio el cerebro.

--¡¡¡¡YO NO VOY!!!!! --grito Feli-pito--. ¡¡¡¡AHÍ HUELE HORRIBLE!!!!

--¡Mándenle sangre al cabrón! --ordeno el cerebro--. ¡Párate cabrón!

--Oye cabrón cerebro –protesto el estomago--. Tengo el desayuno a medio digerir. Yo necesito esa sangre.

--¡Puta madre! --proteste--. ¿Qué hago con este tronco? El gordo más vale que cague antes de follar.

Ante la protesta unánime de los órganos el cerebro invento excusas. Oímos la voz del gordo.

‘—Jijos, maestra. Me temo que he estado malito.

--Lo que necesitas es una charanga peluda. La mía tiene hechizo, Aguspig.

--No es eso maestra –invento el gordo--, es que me diagnosticaron herpes o SIDA o que se yo.

--¡Puta madre! –juro la maestra--. ¡Ahí te wacho, cabrón!

--¡Uf! ¡De la que nos salvamos! –gimió Feli-pito.

--Pos te salvaste tú, cabrón –le respondió el cerebro--. ¿Ahora quien ayudara al gordo?

--¡Neta! --protesto Feli-pito--. Esa chingadera peluda tenia dientes.

--Elbita no es terrícola. No me sorprendería que tuviera hasta tentáculos alla abajo –dijo el estomago.

--Bueno, ¡dejen de estar chingando! --nos grito el cerebro--. Pónganse a trabajar. Y prepárense porque el gordo va a tener mucho ajetreo y viajes en los próximos días.

Sin más problemas nos deshicimos del tronco que traíamos. En Banxico tuvieron que reforzar las tuberías y el excusado para poder procesar los troncos que el gordo suelta. Les podría dar toda clase de detalles de estos, su color, textura, dureza. Estos son los detalles técnicos en los cuales yo, el intestino, soy todo un experto pero no los aburriré ni les hare perder la cena.

Como a las tres de la tarde estábamos procesando el lonch. Este fue ligerito. Unos filetes tártaros, unas cubetas de ensalada, camaroniza, dos colas de langosta, ah, y una gelatina. La cosa era hacer “apetito” para la cena. Ahí si se desquita el gordo.

--¡Ora cabrones! ¡Esta temblando! –grito el estomago.

En efecto, había un zongoloteo de la chingada.

--La presión se disparo –anuncio el corazón.

--¡Paren todo! –grito el cerebro.

De inmediato paramos la digestión y cerramos las válvulas.

--¡No puedo cerrar! --advirtió el culo.

--¡Hay mucha adrenalina! –grito el hígado.

--¡Pinche cerebro! --protestamos--. ¿Qué carajos está pasando carajos? El culo se va a cagar!

--Yo me quiero mear –anuncio Feli-pito.

Imagínense. Uno está ahí abajo como en un cabrón submarino y no te dicen ni madres.

--Aguanten, por favor –gimió el cerebro--. Les pondré el audio. Al gordo lo levantaron en el estacionamiento. Ya nos llevo la chingada.

--¿Secuestro?

--¿Quién chingaos lo va a secuestrar? ¡Lo tendrían que alimentar!

--¿Pero como carajos? El estacionamiento de Banxico tiene guardias.

--¡Pon el video pinche cerebro! ¡Queremos ver que pasa!

Unos cabrones toscotes jalaban al gordo rumbo a una limusina. Metieron al gordo al chingadazo adentro.

--Hola, don Aguspig.

El gordo voltio a ver. Las orejotas y la pelona de su interlocutor eran inconfundibles.

--¡Don Carlos! ¿Por qué mejor no me pidió que fuera a verlo?

--Ansina es más divertido.

--¡Pinche culo! –advirtió el cerebro--. No te vayas a cagar aquí cabrón pues si le ensucias la limusina capaz que el pelón nos manda a Aburto.

Oí al culo gruñir mientras cerraba muy a huevo las válvulas.

--Pos oste dirá pa que soy bueno –dijo el gordo.

--Ah bien, Aguspig, has de saber que, con estas orejotas, pos yo oigo muchas cosas. Oi, por ejemplo, que quieres el hueso en el FMI pero que te encabronastes con Elbita.

--Pues sí, don Carlos, creo que tengo los meritos para el hueso. Digo, ya arruine a un país. Ahora podría arruinar a más. Y respecto a la maestra, pos no quería ofenderla. Le ofreceré disculpas.

--No te preocupes. Esa vieja es así. Ya ves que es ninfómana y es insaciable. Yo me la pase todo el fin de semana en Punta Diamante con ella. Se nos unió Diego e hicimos un menach atroz.

--¡Puta madre! –protesto el estomago--. ¡Voy a perder la melcocha!

--¡Aguántate cabrón! --advirtió el cerebro desesperado--. Si te vomitas en la limusina del chupacabras nos va a dar chicharrón.

--Chicharrón lo puedo procesar pero no la idea del pelón, la maestra y Diego Fernández de Cebollas enpiernados en una cama.

--¡Puta madre! --gimió Feli-pito--. Ya párenle o me meo del asco.

--Pláquense o les quito la señal –advirtió el cerebro.

Más o menos los órganos nos controlamos. En situaciones así no queremos estar incomunicados.

--Mira, Aguspig, si en verdad quieres el FMI con mucho gusto yo te lo facilito.

--Jijos, don Carlos, se le agradece. Pero ya sabe que entre gitanos no se vale echarse las suertes. ¿Qué quiere a cambio?

--Dos cosas. Primero, me entere que vas a sacar los nuevos billetes de un millón.

--Simón, traerán una imagen de la gran Tenochtitlan y al reverso el castillo de Chichen Itza.

--¡No! ¡No! Quiero que cambies todo eso.

--¿Se le hace muy indio el tema?

--No tanto eso. No, lo que yo quiero es que los billetes traigan mi imagen como autor que soy del México moderno.

--Jijos, don Carlos…

--No hay pero que valga.

--¿Y al reverso?

--La foto de Colosio ensangrentado.

--Ah caray. ¿Y eso?

--Pa que todos sepan quién es el mero mero, ¿entiendes Aguspig?

--Pos va a crear controversia, no me queda duda.

--Decídete, Aguspig. Es eso o, ya sabes, te puede dar un infarto. Ya ves lo gordo que estas.

--¡Puta madre! --protesto el corazón--. Me siento ya de la chingada.

--¡Los está tratando de asustar ese pinche pelón! – dijo el cerebro en una voz muy tipluda. Era obvio que estaba cagado de miedo también.

--Puk y Suk me están abrazando –dijo Feli-pito.

Puk y Suk son los huevos y es obvio que se habían arrugado también.

--Yo me abro –amenazo el culo.

--¡Pláquense cabrones! –dijo el cerebro tratando de meternos en orden--. Dejen veo que chingaos quiere el pelón.

--Usted menciono dos condiciones don Carlos –dijo el gordo.

--Ah sí, la segunda es que me imprimas varias tarimas con esos nuevos billetes y los lleves a Toluca.

--¿A Toluca?

--Si güey. Es para la campaña de Quiquito. Ya nos acabamos un chingo de lana con la campaña de Eburriel y ahora necesitamos más feria.

--Pero son billetes de un millón don Carlos.

--¡Me estas colmando la paciencia, Aguspig! ¿Cuál es tu respuesta?

--Pos sobres, total. Bien, ¿y me va a ayudar a entrarle al FMI?

El chupacabras agarro un celular y marco un numero.

--Hey, It’s me. (Soy yo.)

--Charlie!

--I got the fat man. (Tengo al gordo.)

--No sheeeit! I’ll send air force one to pick him up! (Mandare el avion presidencial de EEUU a recogerlo.)

--Listo, Aguspig, el negro te va a entrevistar. Vas a ir a Washington hoy mismo. El negro va a decidir entre tú y la Lagarta y los va a entrevistar por separado.

Fue ansina que pudimos vaciar el tronco que traíamos en el excusado del avión presidencial gringo. Eso casi causo que se estrellara pero afortunadamente llegamos con bien a Washington.

En el video podíamos ver que el gordo estaba en una antesala. Frente a el estaba la francesa que llamaban La Lagarta. Esta era una vieja ya jamona.

--Bon jour, madam, --dijo el gordo caballerosamente. La ruca solo le gruño.

--Que pase madam Lagarta –anuncio un paje.

La ruca se paro y saco de su bolsa unas rodilleras.

--¿Vieron eso? --pregunto el culo.

--No chingues. Le va a dar su lewinskazo al negro.

--¿A poco el gordo va a tratar de igualarla?

--¡Cállense cabrones! –ordeno el cerebro.

--¿El gordo va a mamarsela también? –pregunto el estomago--. Digo, para saber que me va a caer aquí.

--¿Tan ansina de ambicioso es el gordo? --le pregunte al cerebro.

--Dejen de estar chingando, cabrones –nos regaño el cerebro--. Ustedes son unos tristes pellejos que no saben ni madres de cómo se hila en las altas esferas del poder. Es tradición que el director del FMI sea un degenerado. Ya ven lo que le paso al anterior. Y si, el gordo está dispuesto a hacer lo necesario. Ahora aguántense.

Y sin más nos quito el audio y el video.

Por si las moscas empecé a parar el proceso.

--Estomago, ve cerrando todo. Quien sabe que chingaos va a pasar.

--A la mejor la Michelle Obama quiere que le haga el favor –sugirió Feli-pito.

--Brincos dieras, cabrón.

De pronto el culo empezó a mentar madres.

--¡Ora cabrón! ¿Y ese pinche dedote? ¡Abusado con mis hermanillas!

El culo y las almorranas empezaron a gritar despavoridas. Yo las oía con espanto. De pronto penetro a mi área de trabajo una mazacuata prieta.

--¡¡¡¡OBAAAAMMAAAA!!!!

--¡Puta madre! ¡Calza del doce!

--¡Jijos de la chingada!

Fueron como diez minutos de humillación y luego un desmadre que me dejo todo pegosteosa el área de trabajo y apachurrado el tronco que estaba preparando.

--¡Puta madre! ¡Más vale que le den el hueso a este cabrón!

--¡Yo no le conocía esas mañas!

--¡Con razón compro el CD ese de Ricky Martin!

--Nel, el gordo no tiene pinta. Pero ya ves la ambición.

El culo y sus hermanillas nomas gemían.

Fue entonces que se nos fue la luz. El gordo se había desmayado. Poco a poco se fue restaurando el sistema. Según supimos luego el gordo fue llevado en camilla al avión presidencial y ahí viajo de regreso a México. Tardo una semana en recuperarse.

Unos días después el cerebro nos hizo el anuncio.

--Ni modo, tropa, la Lagarta gano. Parece que se había entrenado jalando canicas a través de un popote. Y pos de por si ya viden que es francesa.

--Chingaos, ni el dolor –protesto el culo.

--Pero, escuchen, acaba de salir el primer tracto camión rumbo a Toluca. Va hasta la madre con billetes de un millón hechos de acuerdo a lo que pidió el Chupacabras.

--¿No hubo escándalo?

--Nel. Esos billetes nomas los manejan en el PRIAN y el CCE. La chusma no los ve. Pero el mensaje está claro con la foto de Colosio que porta. Naiden quiere encabronar a don Carlos. Ya todos los cabrones del PRIAN le han ido a besar el escroto. El chupacabras esta rete feliz y hasta mando felicitar al gordo.

--O sea, ¿no nos va a echar encima a Aburto?

--No, chavos, el pelón esta rete contento. El gordo tiene la maquinita imprimiendo billetes a todo lo que da. Y hay una flota de tracto camiones haciendo cola para cargar las tarimas de billetes. Como dijo Juay de Rito, ols güel dat ens güel.

FIN

miércoles, 29 de junio de 2011


El abrazo

Conmovedora la escena
por poquito suelto el llanto…
…pero de bochorno y pena
¿para esto marcharon tanto?

Que se usó de la estrategia
convocando al enemigo,
pero ¿perder la congruencia
y abrazarlo como amigo?

Y luego los chistes malos,
las sonrisitas, ¡cual fiesta!
Incluso hasta hubo regalos.
¿Pues qué no era una Protesta?

Y díganme lo que gusten
los que siguen al poeta.
¡Pero después no se asusten
del rechazo que hoy despierta!

Momis

sábado, 25 de junio de 2011

Chapultepec: luces y sombras de un encuentro.

Rayuela

En palabras de Manuel Vázquez Montalbán: la relación entre la literatura y la política es fotogénica, porque consiste en que a los políticos sólo les interesa tomarse las fotos con los escritores.


* * * * *

El encuentro realizado ayer en el Castillo de Chapultepec entre el equipo de gobierno, encabezado por Felipe Calderón Hinojosa, y la representación del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, conformada principalmente por deudos de víctimas de la violencia que azota al país, fue una circunstancia sin precedente en la que el titular del Ejecutivo federal escuchó reclamos tan elocuentes como ríspidos por los resultados de su estrategia de seguridad y combate a la delincuencia, señalamientos sobre la corrupción y la presencia de poderes fácticos que obstaculizan el accionar institucional, así como propuestas contra la criminalidad alternativas a la guerra que su administración declaró a finales de 2006. Pero lo más importante es que, por primera vez, la opinión pública nacional tuvo acceso, en una escala masiva, a expresiones representativas del dolor y la ira causados por la estrategia de guerra que se vive. Asimismo, millones de personas pudieron escuchar, en voz de Javier Sicilia, de Julián LeBaron, de María Elena Guerra y de otros familiares de asesinados y desaparecidos, testimonios del agravio social por la insistencia del discurso oficial en calificar de delincuentes a la mayoría de las víctimas de esta guerra, así como la urgencia de hacer justicia –ausente, en la mayor parte de los casos– y de recuperar a los muertos por su nombre y su apellido.

Es importante destacar que, ante la insistencia de la propaganda gubernamental en el sentido de que la estrategia de seguridad en curso es la única posible, y que es consecuencia, y no causa, de la violencia criminal que padece México, los participantes ciudadanos en el encuentro presentaron ideas precisas, específicas y viables para diseñar una política gubernamental eficaz, apegada a derecho y, sobre todo, menos mortífera que la que está en curso: desmilitarización de las tareas policiales; combate frontal a la corrupción en las instituciones de procuración de justicia y en las corporaciones de la fuerza pública; persecución de los sectores empresariales vinculados al narcotráfico; despenalización de ciertas drogas, y acciones efectivas en materia de educación, salud y empleo. Asimismo, pusieron de manifiesto que las medidas oficiales, lejos de erradicar o reducir la violencia, la han retroalimentado.

En contraste con esos aspectos positivos del encuentro, la reacción de Calderón Hinojosa consistió en atrincherarse en sus posiciones, justificar lo errático y fallido de su guerra contra la delincuencia, ensayar una apropiación del dolor, de las preocupaciones y de las motivaciones de los familiares de las víctimas, y distribuir las responsabilidades por las decenas de miles de muertes entre diversas instancias locales y judiciales. A pesar de los intentos por presentar a un gobernante tolerante, sensible, generoso para con sus críticos y dispuesto a hacer concesiones, lo cierto es que la conclusión calderonista del encuentro puede resumirse así: en lo fundamental, el presidente Calderón no se apartará de su ruta, por muy cuestionada que ésta sea.

Como resultado de esta actitud, los frutos del diálogo entre el movimiento civil y el gobierno están aún por verse. Por lo pronto, hay compromisos para atender casos individuales; un fideicomiso para sufragar un monumento a las víctimas y placas con sus nombres, y una comisión de seguimiento que se reunirá dentro de tres meses. Pero las palabras expresadas ayer por algunos de los agraviados de la violencia llegaron a incontables oídos en el país, y ese solo hecho puede constituir un vuelco positivo en la conciencia cívica y en la percepción colectiva de la guerra impuesta al país, primer paso para avanzar en su solución y en medidas de paz que, según puede verse, habrán de correr a cargo de la sociedad, porque el gobierno sigue convencido de estar en lo correcto.

viernes, 24 de junio de 2011

Virgilio Caballero Medios de Comunicación y Democracia

Virgilio Caballero habla sobre los sicarios del régimen y explica porqué Televisa es la madrastra de la sociedad.


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jueves, 16 de junio de 2011

Un país de chiste.

Guadalupe Loaeza.
16 Jun. 11

Temo que cada vez más nos estemos convirtiendo en un país de chiste. México siempre ha tenido fama de ser un país totalmente surrealista. El primero en descubrirlo fue André Breton. "Si Kafka hubiera vivido en este país, hubiera sido un escritor costumbrista", dicen no sin razón. Es bien sabido que nuestros moneros son los mejores del mundo, basta con ver sus caricaturas para entender a cabalidad la realidad mexicana. La ironía y el humor en la obra del escritor mexicano Jorge Ibargüengoitia reflejan, perfectamente bien, la idiosincrasia mexicana. La colaboración periodística más leída de Carlos Monsiváis estaba dedicada, precisamente, a las declaraciones de los políticos; se titulaba "Para documentar nuestro optimismo". En el único país del mundo donde existe el verbo "cantinflear", es en México. Que no nos sorprenda entonces, que a partir de la liberación de Jorge Hank Rhon empecemos a imaginar los chistes más ocurrentes a propósito de este personaje como de película de Tarantino. Lo malo es que, ante el mundo, especialmente con noticias respecto a las dos detenciones y dos liberaciones de Hank Rhon, no nada más pasamos por ser una sociedad violenta, insegura, corrupta, obesa, ignorante, caótica, irresponsable, primitiva (así nos vimos en el reportaje que pasaron el martes por la noche por el canal francés TV5 con el enfrentamiento entre policías y los habitantes de San Lorenzo Acopilco), sino que, ahora, somos un país de chiste... con un Presidente de chiste, con un gobierno de chiste y con un aparato legal y jurídico de súper chiste... También nuestras elecciones son de chiste... las telenovelas mexicanas son de chiste... los noticiarios en la tele (salvo los que ya saben) son de chiste... ¿A poco Jorge Hank Rhon no es como de chiste, con su chaleco rojo de pene de burro, su tequila de animales y haciendo la "V" de la victoria?

Lo único que no es de chiste es el terror que siente la sociedad mexicana ante el crimen organizado y la muerte de tantos y tantos mexicanos.

Hace unos meses, una hermana de carácter optimista y muy generoso, me dijo con una mirada muy triste: "México me da vergüenza. Este sentimiento me da culpa y no sé cómo manejarlo". La sentí tan sincera y preocupada en relación con la ambivalencia de sus sentimientos, que en ese momento no pude más que abrazarla y decirle que también yo estaba en el mismo dilema. Las dos nos miramos y nos quedamos en silencio. Ese pequeño diálogo no fue de chiste, fue en serio y muy doloroso.

El que ha de estar muerto, pero muerto de la risa, es Jorge Hank Rhon. Él sí que ha de estar divertidísimo, con la pifia del gobierno de Calderón. Imagino que todos sus teléfonos (fijos y celulares) no han de dejar de sonar para felicitarlo y para morirse de la risa de las pésimas estrategias de los panistas. Ah, cómo se ha de reír Jorge Hank Rhon, con sus 19 hijos (reconocidos) y hasta con sus cinco diferentes mujeres. Claro, de vivir, el que hubiera estado súper orgulloso de su hijo consentido, el menor de todos, es su padre, Carlos Hank González ("el epítome de los abusos del poder durante los años de la República priista", Alfonso Zárate). De hecho, él también ha de estar, en donde se encuentre, risa y risa... "¡Ese es m'hijo... qué siempre se sale con la suya...!", ha de escuchar Jorge, como música para sus oídos. La verdad es que su padre lo quería mucho. Siendo Jorgito todavía un niño, le mandó a hacer en su casa del Estado de México un zoológico, nada más para él solito. Es decir que mientras sus amiguitos tenían osos polares, tortugas y otros animales en peluche o en plástico, Jorgito tenía sus mascotas de verdad, en jaulas de verdad, a las que alimentaba de verdad. Desde entonces, el hijo predilecto del Profesor adora a los animales. Por eso dice muy ufanamente, que "la mujer es su animal preferido". No hay duda, Jorge Hank Rhon es el producto de su educación, hace y dice lo que aprendió en su casa. Así lo educaron sus papás, haciéndole creer que nada más sus chicharrones truenan y que él es el dueño, el señor, el amo y el patrón a quien nadie le puede negar nada. Así ha de haber sido desde chiquito: ha de haber copiado los exámenes en el colegio, se ha de haber robado las canicas de sus compañeros, se ha de haber ido de "pinta" constantemente, se ha de haber burlado de sus maestras y de sus compañeras, y por último, siempre, siempre, siempre se ha de haber salido con la suya.

Si usted quiere conocer aún más acerca de la posible infancia chistosísima de Jorge Hank Rhon, lo invito a entrar a un nuevo portal, www.sinembargo.com.mx, el cual está conformado por "un grupo de periodistas que tratamos de introducirnos con los códigos tradicionales del oficio, del rigor del contactamiento, la investigación y ofrecer contextos". Este nuevo espacio es una nueva propuesta de periodismo digital, muy orientado hacia los jóvenes y las redes sociales. En este sitio, hasta las cosas muy chistosas, las tomamos muy en serio...


gloaeza@yahoo.com

martes, 14 de junio de 2011

La Caravana del Consuelo.

Luis Hernández Navarro
E
ntre el 4 y el 10 de junio se realizó la Caravana del Consuelo. Poco más de 500 personas recorrieron casi 3 mil kilómetros de distancia, cruzaron 12 estados de la República y celebraron actos públicos en nueve de ellos. A su paso, durante esos siete días, cientos de madres, esposas e hijos dieron testimonio de su dolor.

Caravaneros y víctimas buscaron en su recorrido el alivio de la pena, rabia y fatiga que aflige y oprime su ánimo. Al hacerlo, echaron a caminar una devastadora y auténtica crítica del poder nacida de la vivencia y la evidencia del sufrimiento injusto.

A su lado, miles de ciudadanos acompañaron a las víctimas en mítines, encuentros y reuniones. Mostraron así que, como decía Theodor Adorno, nuestros juicios valorativos más elementales se fundan en la compasión, en nuestro sentimiento por el dolor de otros.

Si el agravio es el perjuicio sobre el cual la víctima no puede rendir testimonio porque no es escuchada, entonces la Caravana del Consuelo fue, de entrada, un acto de justicia, la reparación inicial de un agravio donde los afectados hablaron y obligaron a que se les escuchara. Lo fue, porque su testimonio incursionó en la vida pública, en el imaginario, en las vivencias y concepciones de la política, y al hacerlo derrumbó las barreras que segregaban a las víctimas el derecho a comunicar a los otros las ofensas sufridas.

La Caravana del Consuelo –como antes la de la Paz– comenzó a abrir las puertas del diálogo. Lo hizo sin tener que renunciar a su idioma, o más bien, construyendo su propio lenguaje sobre el camino. Si, como afirman Deleuze y Guattari, es el déspota quien hace la escritura, es la formación imperial la que hace del grafismo una escritura propiamente hablando, la caravana ha logrado decir ¡no! a ese vocabulario. En una época de confusión y perplejidad, en un momento de miedo y desconfianza, ha tomado la palabra sin permiso y dicho algo distinto de lo que hasta ahora se había expresado sobre la militarización del país. La caravana ha conquistado para las víctimas de la guerra contra el narcotráfico simultáneamente el derecho a hablar y la legitimidad de su discurso.

En el catálogo de aflicciones que se levantó a lo largo del trayecto y del diálogo y la firma del Pacto Nacional Ciudadano con el que culminó la travesía en Ciudad Juárez, fue evidente que la voz del dolor tiene rostro de mujer. El desgarrador coro de sus lamentos mostró que, además de víctimas de la violencia, ellas enfrentan la adversidad de su condición de género, de su falta de poder, el ser botín de guerra.

María Herrero Magdaleno fue una de esas voces. Sujetaba una lona con la fotografía de sus cuatro hijos: Gustavo, Luis, Salvador y Raúl. Dos de ellos desaparecieron el 28 de agosto de 2008 en Atoyac, Guerrero, y los otros dos, el 22 de septiembre del 2010 en el camino a Vega de la Torre, Veracruz. Con el rostro cubierto de lágrimas le dijo a la multitud: Yo no sé hablar, pero con todo el dolor que tengo vengo a hablarles.

Sanjuana Martínez lo documentó en este diario el pasado domingo: “En lo que va del año, más de 65 mujeres, nueve de ellas menores de edad, han sido asesinadas en Nuevo León según métodos salvajes, primitivos; la mayoría, ultrajadas sexualmente. Se trata del feminicidio más cruel, el que va unido a la guerra contra el narco y está invisibilizado; el que mutila, destaza, cuece, descuartiza, desuella”.

La Caravana del Consuelo mostró también que la violencia se ha ensañado con los indígenas. Arrinconados en territorios deseados por el narco como zona de paso de mercancías ilícitas o lugar para la siembra de estupefacientes, o requeridos ellos mismos como mano de obra para el cultivo o como camellos para el trasiego de sustancias prohibidas, padecen, adicionalmente, la represión de militares y policías que, con frecuencia, actúan de común acuerdo con los cárteles.

Entre otras muchas denuncias de pueblos indios, a la marcha llegó un dramático llamado de los indígenas de Ostula, en Michoacán. El saldo de la guerra contra ellos es: 16 comuneros muertos o desaparecidos en los últimos seis meses, decenas de viudas, huérfanos y familias desplazadas y la suspensión indefinida de clases en las escuelas.

Ostula es una comunidad comprometida con la recuperación y defensa de sus tierras, así como con el ejercicio del derecho a la autonomía y la autodefensa indígena. Para ella la guerra contra el narcotráfico no es más que una mascarada para que ese jugoso negocio siga existiendo, mientras la violencia se riega más y más por todos los pueblos de este país que es México, con el fin de que unos se roben lo que queda del patrimonio de nuestras comunidades y de la nación.

La movilización fue un gran éxito. Hace apenas 77 días que fue asesinado en Cuernavaca Juan Francisco Sicilia, junto a seis personas más. A partir de entonces los sufrimientos desperdigados en el país, silenciados y desacreditados ante la opinión pública, han encontrado la forma de salir de su confinamiento y reconocer el valor de su dignidad. Los familiares de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico han dejado de ser sospechosos de defender criminales, y han comenzado a ser reconocidos como lo que son: víctimas de una guerra absurda.

Miles de ciudadanos atemorizados por la acción combinada de bandas criminales, policía y militares han perdido el miedo de salir a las calles, decir su palabra y exigir el regreso de los soldados a los cuarteles. Otros han comenzado a ver que la acción colectiva tiene sentido. Como una y otra vez lo dijeron a lo largo de la marcha: ya no son los mismos.

El éxito de esta empresa, el sostenimiento de su impulso tiene frente a sí un reto fundamental: organizar a las víctimas, hacer que su voz se vuelva permanente. Las víctimas no están aún organizadas de manera autónoma. En ellas se encuentra la legitimidad y razón de ser del movimiento. En su organización permanente está la clave de la continuidad y la autoridad moral del movimiento.

Superando el problema...

Hernández.

Des-con-so-la-dos

Guadalupe Loaeza.
14 Jun. 11

De todo corazón para Sergio Almazán.


México está desconsolado. México está doliente y afligido, busca consuelo. México está atribulado e inconsolable. De ahí que la Caravana del Consuelo, encabezada por Javier Sicilia, haya sido de un enorme alivio para tanta gente. A lo largo de casi 3 mil kilómetros que recorrió la caravana y después de haber escuchado tantos y tantos testimonios profundamente dolorosos, el poeta no puede ser más claro al afirmar que vivimos en "un país de víctimas", "en un país desgarrado" y "en un país roto", cuyo tejido social está seriamente desgarrado.

En la entrevista a Javier Sicilia, del semanario Proceso que está circulando en estos momentos, el poeta reitera una y otra vez que el Presidente no escucha, no atiende las demandas sociales, porque no entiende lo que sucede afuera de los jardines de Los Pinos: "El gran problema del presidente es que ve las cosas desde un mundo muy puritano, de blanco y negro. Cree que la delincuencia está afuera nada más, no se da cuenta de que la delincuencia arropada por la ilegalidad, está en las instituciones". En otras palabras, diremos lo que ya hemos afirmado en varias ocasiones en este mismo espacio: Felipe Calderón no entiende que no entiende. No en balde, en la última encuesta hecha por Consulta Mitofsky obtuvo la más baja aprobación desde que empezó su gobierno: 49%.

El dolor de Javier Sicilia no es nada más porque le mataron a su hijo, sino porque quisiera de todo corazón que la ciudadanía que está tan desconsolada se organizara, porque "hay que recordar que la resistencia civil se basa en el sacrificio, en la no violencia; es un trabajo duro contra uno mismo para llegar a la justicia". Con su inconfundible sombrero bien puesto y su chaleco de bolsitas llenas de testimonios unos más tristes que otros, escritos por madres, esposas, hermanas o amigos de las víctimas, el poeta nos advierte que: "No podemos llegar a la justicia con la venganza, sino asumir una actitud de sacrificio porque la no violencia y la resistencia civil no se dirigen a una persona, sino a la conciencia de la persona, para que el adversario se dé cuenta que está en el camino equivocado".

La Caravana del Consuelo pudo haberse llamado, también, la Caravana de la Compasión, porque si algo tiene Javier Sicilia por los des-con-so-la-dos es compasión. La compasión empieza con la empatía. "Compartir es sufrir con el otro...", dice André Comte-Sponville. "Si el sufrimiento nos hace daño, ¿cómo entonces podría ser buena la compasión?", se pregunta el filósofo francés. Asimismo intenta explicarse, ¿por qué diablos tendrá tan mala imagen la "compasión"? Se contesta: "Tal vez se deba a que preferimos los sentimientos a las virtudes". Es cierto, vemos a las virtudes como una cosa del pasado, más bien como debilidades. La compasión es empatía en el dolor o en la tristeza; dicho de otro modo, en la participación (solidaridad) con el sentimiento del otro. Com-par-tir el sufrimiento de alguien no es aprovecharse ni responsabilizarse de sus malas o buenas razones, es negarse a considerar cualquier sufrimiento como un hecho indiferente o como una "cosa", tal y como lo consideran los del gobierno de Calderón. La compasión es lo contrario de la crueldad y el egoísmo. Lo que nos debe motivar para ayudar a los demás no es lástima, sino el amor y la generosidad. Hay una enorme diferencia entre la compasión y la lástima (conmiseración). Esta última se define como tristeza cuando vemos sufrir a alguien a quien queremos. El filósofo afirma que "más vale una buena tristeza que una falsa alegría". De todas, la compasión es la virtud más universal. El que siente lástima por alguien, de alguna manera se siente superior. La lástima se manifiesta de arriba a abajo. La compasión, por el contrario, es un sentimiento horizontal; la compasión se siente entre iguales. La lástima es un poco desdeñosa; en cambio no se puede sentir compasión sin sentir respeto por el otro y si alguien tiene respeto por el otro, ése se llama Javier Sicilia.

Por último diremos que el poeta está doblemente desconsolado, porque no nada más lo aqueja la ausencia de Juanelo, sino porque en el fondo está consciente de que la sociedad mexicana aún no está preparada para la resistencia civil, ésa que se basa en el sacrificio. Así se lo dijo a José Gil Olmos. "Hay que irla preparando. Yo creo que el camino y el discurso que tiene esta caravana, que habla de la conciliación, del amor, de la comunión, del dolor que une (compasión), que no se vuelve odio, sino una construcción de paz, de justicia, es una enseñanza que hemos estado reiterando, es una pedagogía del sacrificio, del amor, y está en el camino hacia la resistencia civil, hacia la no violencia".

En nuestra próxima entrega, intentaremos explicarnos por qué no sabe escuchar Felipe Calderón y qué nos hace falta para escuchar a todos los desconsolados de este país tan roto y desgarrado.


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